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La contaminación de un coche eléctrico es un 40% menor

02 de agosto 2024

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Hay que tener en cuenta toda la vida útil de uno y otro coche, desde su proceso de fabricación hasta el final de uso y el proceso de reciclaje.

Tenemos la idea de que los vehículos eléctricos no contaminan y eso es verdad… mientras circulan. Los eléctricos no contaminan mientras circulan y dependiendo del origen de la electricidad que consuman, pero producir un coche eléctrico emite CO2 a la atmósfera debido a sus procesos de producción, especialmente todo lo referente a la batería. Si, además, contabilizamos el proceso de reciclaje, la balanza no era favorable a los eléctricos… hasta ahora y ese era uno de los argumentos de los que reniegan de la movilidad eléctrica: la contaminación del coche eléctrico.

Ese ha sido y es el reto más importante de los fabricantes de coches eléctricos, minimizar el impacto medioambiental de su producción. Para ello, trabajan en mejorar los procesos de producción, incrementar el uso de materiales reciclados y reciclables y utilizar energías alternativas en todas las fases de la fabricación, con el objetivo de llegar a la neutralidad de emisiones.

La clave de todo está, principalmente, en las baterías, contaminantes tanto en su producción como en su reciclaje. En los últimos años, han cambiado mucho los métodos de fabricación de las baterías y, al final de su vida útil, en un coche se reutilizan para otros usos, antes de desecharlas por completo y proceder a su reciclaje, para lo que ya empiezan a existir centros especializados en toda Europa.

El trabajo de los fabricantes ha permitido rebajar esa huella de carbono y ya es claramente inferior a la de cualquier coche de combustión. Alemania, uno de los principales países productores de vehículos eléctricos de Europa, ha analizado la huella climática de varios tipos de vehículos a lo largo de todo su ciclo de vida. Lo ha hecho el Instituto de Investigación Energética y Medioambiental (IFEU) por encargo de la Agencia Federal de Medio ambiente de Alemania. El informe se ha centrado en el impacto de los turismos y vehículos comerciales desde su fabricación hasta su reciclaje, además de su uso.

En este informe se ha tomado como referencia un coche eléctrico compacto medio que empezó a circular por las carreteras alemanas en 2020. Según los datos de este estudio, ese vehículo eléctrico es un 40% más respetuoso con el medio ambiente que un modelo equivalente con motor de combustión. Con miras al futuro y teniendo en cuenta el continuo crecimiento de las energías renovables, el mismo estudio estima que para 2030 un coche eléctrico medio sería un 55% menos contaminante que su homólogo térmico.


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La evolución de los vehículos eléctricos es constante y lo demuestra otro informe de ADAC Alemania. Los eléctricos son cada vez más eficientes, ofrecen mayor autonomía y todos los vehículos de baterías analizados en 2023 por esta asociación alemana de automovilistas mejoraron de media su autonomía en un 19,2% con respecto al año anterior, con un alcance promedio de 393 kilómetros con cada recarga.

Este organismo propone que en los próximos años el gobierno alemán aumente los impuestos de matriculación de los vehículos con mayores emisiones de de cara a cumplir los objetivos medioambientales. Una medida que no sería de extrañar teniendo en cuenta que Alemania eliminó a finales de 2023 todas las ayudas a la compra de vehículos eléctricos, por lo que incrementar los impuestos a los coches térmicos sería algo muy posible.

 

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