Uno de los principios básicos de la termodinámica es que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y ese principio tiene muchas aplicaciones en el coche eléctrico. Son varios los fabricantes de automóviles y también de componentes, que están trabajando para aprovechar la energía que se genera en el continuo movimiento producido en la suspensión. Esos movimientos podrían transformarse en energía para recargar las baterías y aumentar la autonomía, del mismo modo que la frenada regenerativa aprovecha esa energía para recargar.

UN ACCESORIO-GENERADOR

La empresa estadounidense Gig Performance está en proceso de homologación de un dispositivo denominado Roadkil 5000, pensado, en un principio, para vehículos pesados como camiones y autobuses. Se trata de un elemento accesorio que se coloca junto a la suspensión del vehículo y que aprovecha los continuos movimientos verticales de las ruedas, cuando el coche se desplaza por el asfalto, para convertir la energía cinética de esos movimientos en electricidad. A pesar de que su aspecto no parece muy sofisticado, su tecnología es bastante compleja y no exige modificaciones en el sistema de suspensión original, aunque sí que necesita algo de espacio.

Todavía no hay cifras sobre su eficiencia o la cantidad de energía que podría regenerar de cada una de las ruedas. Si tenemos en cuenta la importancia de la frenada regenerativa, que actúa sólo cuando frenamos, es fácil imaginar que este accesorio, que aprovecha las constantes sacudidas de las ruedas durante cualquier trayecto, puede generar más energía para las baterías y sin que notemos absolutamente nada durante la conducción.

LA SUSPENSIÓN REGENERATIVA DE BMW

La marca alemana presentó hace dos años una patente de un sistema de suspensión que también regenera energía para las baterías, una información que dio a conocer la revista norteamericana CarBuzz. En este caso, todo el conjunto va integrado en el propio sistema de suspensión y aprovecha la compresión y extensión de los muelles y el trabajo de las barras estabilizadoras para alimentar el sistema de regeneración de energía.

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El esquema consta, según la información de la revista, de un pequeño generador, un volante de inercia y un embrague en la suspensión que se encarga de acoplar y desacoplar el generador en función de la intensidad de esos movimientos o de que sea el momento de compresión o extensión de la suspensión.

Cada vez que la rueda del coche se mueve verticalmente al pasar por un bache o una irregularidad del firme, el generador se mueve produciendo electricidad, que se usa para recargar la batería, aunque el funcionamiento es bastante más complejo. La investigación de nuevas formas para regenerar energía seguro que nos sorprenderá en los próximos años con ingeniosas soluciones.