Realizar casi 50.000 km al año no es un kilometraje habitual, menos aún con un eléctrico, y eso es lo que han hecho los técnicos e ingenieros de ADAC, la principal asociación europea de automovilistas, cuyos informes y estudios gozan de una extraordinaria reputación desde hace décadas.

Para la intensiva prueba de un coche eléctrico, eligieron un VW ID.3 Pro S con batería de 77 kWh. Durante los algo más de dos años del test, el ID.3 recibió varias actualizaciones de software, las mismas que recibieron los clientes de este modelo. Estas actualizaciones, además de algunos ajustes, permitieron un aumento de la potencia de carga hasta 170 kW y tuvieron un efecto positivo en el consumo y, por tanto, en la autonomía. En particular, el nuevo software mejoró significativamente el consumo de energía en distancias cortas y temperaturas invernales de 0º a 5° C.

El proceso de carga mejoró sustancialmente con la actualización del software hasta llegar a picos de 160 kW. El único inconveniente es con climas fríos pues a bajas temperaturas el ID.3 no llega a acercarse a su potencia máxima de carga. En cualquier caso, durante la prueba, los ingenieros y probadores de ADAC consiguieron autonomías medias de 400 km en autopista, aplicando la moderación en la velocidad punta y las aceleraciones extremas. Con temperaturas extremas por debajo de cero grados la autonomía se situaba entre 300 y 320 km.

A lo largo de una prueba con un kilometraje similar, un vehículo con motor de combustión habría necesitado unas tres revisiones que incluirían cambios de aceite, filtros, etc. El VW ID. 3 sólo necesita pasar por el taller cada dos años, independientemente del kilometraje, por eso cuando entró por primera vez al servicio oficial ya tenía 74.271 km, aunque el precio de ese mantenimiento fue de 500 euros. También debió ir al taller para hacer una reparación de un elemento de la transmisión contemplado por Volkswagen y que no tuvo ningún coste.

BATERÍA: EL OBJETIVO DE UNA PRUEBA DE COCHE ELÉCTRICO

El estado de la batería después de un recorrido como el fijado por la prueba era el principal punto de estudio una vez finalizados los 100.000 km. Los probadores de ADAC no fueron especialmente cuidadosos con la batería pues para llegar a cubrir los 100.000 kilómetros lo más rápido posible, el ID.3 se cargaba casi siempre al 100% en estaciones de carga rápida, sin tener en cuenta la recomendación de no llenar las baterías siempre al máximo de su capacidad y de no usar de manera intensiva las cargas más potentes. Esta práctica se realizaba durante varios días seguidos para que el ID.3 estuviera listo al 100% de su carga para la siguiente jornada.

Volkswagen garantiza para sus eléctricos de la gama ID que la batería todavía dispondrá como mínimo del 70% de su capacidad neta original después de ocho años de funcionamiento o 160.000 kilómetros de conducción. La prueba se ha realizado en menos de dos años y medio y ha cubierto 100.000 km. Después de este uso intensivo el ID.3 fue analizado para comprobar cómo se encontraba la batería. Para ello se realizaron varias pruebas en laboratorios independientes y el resultado es que la batería estaba a más del 93% de su capacidad después de este kilometraje. Un desgaste que puede calificarse como casi imperceptible y absolutamente normal, lo que no indica que el ID.3 envejezca de forma prematura, más bien al contrario. Ahora el objetivo es llegar a los 160.000 km, momento en el que caduca la garantía de Volkswagen, para comprobar cómo se encuentra la batería en esa situación límite.