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¿A cuántos grados debo poner la calefacción?

22 de enero 2025

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¿Cuántas horas al día se debe poner la calefacción? ¿A cuánto debo ponerla? Intentamos dar las respuestas para ganar en eficiencia y ahorro.

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Ahorrar en la factura de la calefacción es una cuestión que interesa a la mayoría. Y, a fin de rebajar esa cantidad, es habitual preguntarse cuántas horas al día se debe poner la calefacción, o simplemente, qué es mejor: si mantenerla encendida todo el tiempo o hacer uso de ella sólo en las horas en que estamos en casa y hace más frío.

Detrás de esa duda, además de una inquietud económica; existe la creciente preocupación por el medio ambiente. La calefacción es responsable de cuatro gigatoneladas de emisiones de CO₂ en el mundo al año, un 10% del total de emisiones globales, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En la UE, el 62,8% del consumo final de energía en los hogares proviene de la calefacción, de acuerdo con Eurostat. Y, en definitiva, un uso más eficiente de la calefacción se traducirá en aire más limpio y ahorro energético.

Ciertamente, está muy extendida la idea de que mantener la calefacción encendida todo el invierno, día y noche, es más eficiente que andar pulsando el botón “on/off” cuando entramos y salimos de casa. Esta tesis parte de la premisa de que cuando encendemos la calefacción y la casa está fría, la caldera tiene que hacer lo que suele describirse como un “sobreesfuerzo” o un “esfuerzo extra” para calentar las habitaciones; o que, para contrarrestar el frío imperante, los radiadores han de alcanzar temperatura de fundición, lo que extremaría el consumo; y nos lo ahorraríamos dejándola puesta todo el rato.

Pero antes de dilucidar lo que hay de cierto al respecto, conviene hacer una matización. La respuesta a la recurrente pregunta de cuántas horas hay que poner la calefacción está supeditada a los hábitos de las personas que residen en la vivienda y de las características de la misma. La necesidad de tener la casa caliente no es igual para alguien que sale de su domicilio a las siete de la mañana y regresa 12 horas después, o que los fines de semana se traslada a una segunda vivienda, que para una persona (un jubilado, por ejemplo) que abandona el hogar en contadas ocasiones y durante breve espacio de tiempo.

Y tampoco es lo mismo disponer de radiadores que de suelo radiante.

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CUÁNTAS HORAS PONER LA CALEFACCIÓN

Dicho lo cual, hay que partir de una verdad irrefutable: cuando los grados de la vivienda descienden (porque hemos apagado la calefacción), recuperar la temperatura confortable exige el empleo de más energía, lo que supone un pico de consumo. A pesar de ello, y como indica el CENEAM (Centro Nacional de Educación Ambiental), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, “se gasta menos energía apagando la calefacción por la noche o al ausentarnos de casa que manteniéndola encendida”.

Esto se debe a que el mantener una temperatura estable en el hogar exige un aporte continuo de energía; cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura en el exterior y en el interior de la vivienda, mayores son las pérdidas de calor a través de los muros, las ventanas o los techos, las cuales el sistema trata de compensar. En cambio, a medida que la casa se enfría y cuanto menor es la diferencia de temperatura exterior y el interior, esas pérdidas de calor se reducen.

“Cuando se apaga la calefacción, el sistema deja de gastar energía para compensar las pérdidas de calor. Y la energía que se deja de gastar es más que la que se necesita para recuperar la temperatura”, explica el CENEAM. Y si consumimos menos energía, veremos reducida la factura de la calefacción.

Aun así, las recomendaciones mencionadas acerca de apagar la calefacción se refieren a franjas de tiempo relativamente largas, como el descanso nocturno (unas siete u ocho horas) o la jornada laboral en la oficina. Pero ¿qué hacer si vamos a salir solo un par de horas a tomar algo o al gimnasio? ¿Cuál es el mínimo de horas de parón para que la acción de apagar la calefacción salga rentable?

Como hemos visto, el CENEAM aboga por llevarlo a cabo “al ausentarnos de casa”, sin precisar la duración de la ausencia. Para ausencias breves, dejar encendida la calefacción o apagarla no va a marcar realmente la diferencia.

Imaginemos que salimos de casa tres horas. Y pongamos que tu caldera consume 10 kWh de energía cada hora. Si la apagamos al salir, estaremos consumiendo 0kWh durante esas tres horas. Pero al encenderla después (el pico de consumo mencionado) puede que demande 30kWh, por lo que estaremos utilizando gran parte de la energía que nos habíamos ahorrado. Eso sin olvidar que como, en general, la casa tarda en calentarse más de una hora (se estima que en una hora aumentará la temperatura un grado, y después otro grado cada 45 minutos), durante un buen rato estaremos pasando frío.

En definitiva, para ausencias largas o mientras dormimos, apagar la calefacción es más eficiente y garantiza ahorro de energía y dinero. Pero cuanto menor sea el tiempo que pasemos fuera de casa, menos aconsejable será esta práctica; si vas a bajar solo a tirar la basura, no la apagues.

A CUÁNTOS GRADOS PONER LA CALEFACCIÓN

Esto es otra de las cuestiones que nos preocupan. ¿A cuánto poner la calefacción?, según el CENEAM, “el nivel de confort invernal está en torno a 18°C” y “ajustando adecuadamente la temperatura de cada estancia, es posible reducir la temperatura media de la vivienda aproximadamente en 1° o 2°C sin pasar frío. Y cada grado menos de temperatura media de una vivienda supone reducir en torno al 10% el consumo de energía de la calefacción”.

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Por su parte, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) aconseja “ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas y apagarla por la noche”. Concede que tampoco está mal dejar la calefacción puesta cuando dormimos a baja temperatura (de 15°C a 17°C), pero insiste: “Como norma, apagar por la noche y encender unos minutos al levantarse, es mucho más eficiente que dejarla encendida toda la noche”.
Como asegura el Departamento de Energía de Estados Unidos, “puedes ahorrar dinero en tus facturas de calefacción y refrigeración simplemente reiniciando el termostato cuando estés dormido o fuera de casa”.

CALEFACCIÓN EN SEGUNDAS VIVIENDAS

Si tienes una casa en la sierra a la que sólo vas los fines de semana, se antoja desaconsejable dejarla puesta el domingo por la noche antes de volver (y funcionando los cinco días laborables, con la vivienda vacía) con objeto de encontrarla caliente cuando volvamos. En este caso, como en el de la vivienda habitual, es indicado el uso de termostatos inteligentes, que podamos programar de forma automática en función de la hora de salida y llegada.

 

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