- Transporte
Baterías usadas, nueva vida fuera del automóvil
28 nondik abendua 2022
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Reciclar una batería de las dimensiones de las que se utilizan en los actuales vehículos eléctricos no es un trabajo sencillo ni barato, por lo que una batería de este tipo debe aprovecharse al máximo antes de darla por muerta.
El reciclaje es el último paso cuando las baterías de un eléctrico han llegado al final de su vida útil, pero ese momento no es cuando dejan de usarse en un coche. El ingenio, la economía circular y la solidaridad están dando nueva vida a estos caros y sofisticados dispositivos sobre los que se apoya nuestra movilidad del futuro.
Cuando las baterías de un coche eléctrico están por debajo del 70% de su capacidad consideramos que no son eficientes para un vehículo, pero esa capacidad todavía es muy útil para otras funciones. Una de las más sencillas y que tienen más salida es usarlas como acumuladores en el hogar. Estos acumuladores pueden recargarse con electricidad en las horas más baratas y suministrarla para las necesidades de la casa cuando sea necesario, así como convertirse en una reserva de energía ante posibles apagones o caídas de tensión. Este es un uso que Nissan lleva años dando a las baterías del Leaf, sobre todo en Japón y Estados Unidos, y que otros fabricantes también estudian aplicar, ya sea en hogares o convertidas en grades acumuladores para la industria.
Nissan también ha estudiado el uso de estas baterías para el ocio, instalándolas en caravanas que, de esta forma, cuentan con una fuente de energía para los campistas. El prototipo realizado por la firma Opus con una parte de una batería de un Leaf permite disfrutar de comodidades como cocina, nevera, alumbrado e incluso calefacción sin generadores y sin emisiones allá donde esté. Su potencia es de solo 1 kWh pero más que suficiente para las necesidades de este uso durante unos seis días.
NUEVA VIDA, EN CARGADORES PÚBLICOS
Las baterías usadas pueden utilizarse como acumuladores en puntos de recarga en los que la potencia no sea elevada o en los que pueda producirse un corte de suministro eléctrico. Los módulos de batería pueden servir para acumular la electricidad que llega con una baja potencia y suministrar una recarga con mayor potencia y velocidad cuando se trata de trasladarla a un vehículo eléctrico.
Iberdrola inauguró en 2021 la primera estación de recarga de España que utiliza baterías usadas procedentes de vehículos eléctricos. Se encuentra en el kilómetro 175 de la A3, en la ciudad de Cuenca. Tiene una potencia de 100 kW y puede dar servicio a cuatro vehículos a la vez. En Iberdrola trabajamos en colaboración con BeePlanet Factory en un proyecto de economía circular que permitirá reutilizar las baterías que han llegado al fin de su vida útil en la automoción para reutilizarlas en las estaciones de recarga de vehículos eléctricos. La de Cuenca es la primera, a la que seguirán nuevas ubicaciones.
BATERÍAS USADAS, TAMBIÉN SOLIDARIAS
Audi, a través de su Fundación para el Medioambiente y en colaboración con la organización sin ánimo de lucro Nunam de India, ha puesto en marcha un proyecto para instalar las baterías usadas de los e-tron en los habituales tuk-tuk indios. Aunque ya existen algunos de estos vehículos eléctricos en India, suelen utilizar baterías de plomo, poco eficientes y con una vida útil más corta. Con los módulos de batería de alta densidad de Audi se pueden reconvertir algunos de estos bicitaxi a eléctricos y otros que ya lo eran pasarán a beneficiarse de estos acumuladores más eficientes.
La idea es que esos tuk-tuk reconvertidos por Audi entren en servicio en India a principios de 2023 y utilizados por mujeres. Así, podrán disponer de un medio de transporte ecológico y seguro para sus desplazamientos y, sobre todo, para que puedan poner en marcha o mejorar sus pequeños negocios.
El proyecto de Audi va todavía más lejos y busca una tercera vida útil para las baterías cuando ya no sean capaces de suministrar energía para mover un tuk-tuk. En un tercer paso, la capacidad restante de las baterías podría utilizarse para aplicaciones fijas, como la iluminación de puestos callejeros, suministrar energía a algunos artesanos o ayudar a los incipientes negocios de las mujeres indias. La idea es apurar al máximo la vida de cada batería antes de llegar al último paso que es su reciclaje.