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¿Batería LFP o batería NMC? Estas son las diferencias

05 de febrero 2025

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Para los que quieren interesarse un poco más por la tecnología de las baterías, habrán observado que en su descripción técnica se habla de baterías LFP y NMC. Vamos a explicar qué significan esas siglas.

Una batería es un elemento en el que se acumula electricidad y el principal componente de la electricidad son los electrones. De manera muy básica y resumida, el funcionamiento de una batería depende de tres elementos: el electrolito, el ánodo y el cátodo.

El electrolito es elemento que contiene iones libres, algo así como los transportadores de los electrones de los que se compone la corriente eléctrica. En la mayoría de las baterías actuales, tanto de los coches como de otros dispositivos electrónicos, ese electrolito está compuesto por iones de litio.

Los otros dos encargados de dar vida a una batería son el ánodo y el cátodo. El ánodo pierde sus electrones que viajan a través de los iones libres del electrolito hasta el cátodo, que es el que los recibe. Esta reacción química es la que produce la energía eléctrica.

El ánodo, electrodo negativo, suele estar hecho de compuestos de grafito, pero el cátodo (electrodo positivo), el que recibe los electrones, puede variar su composición. Los NMC utilizan una aleación de níquel-manganeso-cobalto, de ahí sus iniciales, mientras que las LFP emplean en la composición del cátodo es de fosfato de hierro y litio. La principal diferencia para que un fabricante de automóviles se decida por uno u otro tipo está en el coste de fabricación. Las baterías LFP resultan más baratas porque en su composición se evitan dos materiales muy caros, el manganeso y el cobalto.

¿QUÉ BATERÍAS SON MEJORES: LAS BATERÍAS NMC O LAS LFP?

Hasta hace muy poco, las batería NMC mostraban su superioridad por una densidad energética algo mayor, es decir, su capacidad de almacenar energía en relación con su tamaño era mejor, lo que también permite una mayor autonomía. Son las utilizadas por los vehículos eléctricos más potentes y de mayores prestaciones, que también tienen un consumo energético mayor. El rendimiento a altas temperaturas también es una de las ventajas de las baterías NMC.

Las baterías LFP tienen un coste de fabricación más bajo y son más adecuadas para los vehículos de uso más urbano, los que exigen ciclos de recarga más frecuentes, ya que no tienen el efecto memoria. Recordemos que el efecto memoria reduce la capacidad de carga de las baterías debido a la constante realización de cargas incompletas. Es algo que también se produce en los smartphones y en otros dispositivos electrónicos. También suelen tener una vida útil algo más larga, aunque son más sensibles a las bajas temperaturas.


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El uso de uno y otro tipo de batería depende mucho del vehículo en el que se van a montar. Por poner un ejemplo, Tesla monta las NMC en sus modelos más potentes y de altas prestaciones mientras que el Tesla Model 3, el más asequible de su gama, utiliza las LFP.

A pesar de estas diferencias, la tecnología ha evolucionado y las LFP poco a poco han mejorado su densidad energética y su rendimiento, por lo que ya no quedan tan lejos de las NMC. La relevancia del precio y también los métodos de extracción de elementos como el cobalto, calificados como poco respetuosos con el medioambiente, por la contaminación y los residuos que se producen, son factores importantes en esta elección entre baterías LFP o NMC. 

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