Nuestros padres y abuelos describían esta situación como “han saltado los plomos” o, simplemente, “se ha ido la luz”. Y aunque tales expresiones hoy se antojen viejunas, lo cierto es que el fenómeno sigue ocurriendo. La tecnología ha evolucionado, por lo que actualmente, cuando de pronto la corriente eléctrica se corta en casa, lo apropiado es decir: “Ha saltado el diferencial”. O más profesional aún: “Se ha disparado el diferencial”. Por más que nos sobresalte e intrigue exactamente igual que antaño.

El interruptor diferencial es un dispositivo que detecta cualquier anomalía en el suministro eléctrico y provoca el corte de corriente a fin de proteger tanto a personas como a animales domésticos. Es, por eso mismo, obligatorio, tanto en el ámbito doméstico como en el industrial. Se distingue fácilmente del resto de automáticos en el interior del cuadro eléctrico porque es un interruptor único (los demás suelen ser dobles), tiene en la parte superior un botón de “test” y, por lo general, y para despejar cualquier duda, viene identificado con el rótulo: “Interruptor diferencial”.

El diferencial mide la intensidad de la corriente eléctrica que entra al circuito y la que sale del mismo. Las compara, y cuando la diferencia entre ambos niveles supera un valor preestablecido, el diferencial se dispara y su interruptor corta la corriente en menos de 50 milisegundos. 

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Según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) ITC-BT-24), aquellos diferenciales situados en viviendas o locales deberán tener la capacidad de cortar el suministro cuando la diferencia entre la energía que entra y sale del sistema sea menor o igual a los 30 miliamperios (mA). Hay excepciones, como cuando se dispone de circuitos especiales como los que precisan la alimentación de bañeras de hidromasaje, en las que se establece una sensibilidad de 10mA.

El interruptor diferencial, también llamado disyuntor, deberá estar instalado lo más cerca posible de la entrada de derivación individual de la vivienda o del local comercial. Y en una caja independiente junto a la puerta de entrada; no podrá colocarse en dormitorios ni baños.

CAUSAS POR LAS QUE SALTA EL DIFERENCIAL

El diferencial de la luz puede saltar por diversos motivos o cuando se dan determinadas circunstancias:

Cuando tenemos muchos electrodomésticos encendidos a la vez.

Suele ser la razón más común, aunque lo que salta es el ICP (Interruptor de Control de Potencia). Al conectar muchos aparatos al mismo tiempo es posible que se supere el límite de potencia contratada, lo que producirá el apagón. Para solucionarlo, desenchufa artilugios y enciende de nuevo el interruptor. Si ni aun así vuelve la luz, puede que la causa sea otra. Y si de este modo se resuelve el problema, pero el ICP salta muy a menudo, quizá debes plantearte contratar una potencia más acorde a tus necesidades.

El diferencial está en mal estado.

Si apenas tienes electrodomésticos enchufados y pese a todo se va la luz, es posible que se deba a que el diferencial se encuentra estropeado. En tal caso, no puede detectar una fuga real, por lo que saltará ante cualquier corriente por baja que sea su intensidad. Si el diferencial es antiguo (vives en una casa con solera y el diferencial no se ha actualizado), esta es probablemente la explicación. Un experto electricista podrá comprobar si este es el problema mediante un aparato analizador de interruptores diferenciales. De confirmarse, no te quedará más remedio que cambiar el diferencial.

Por la climatología.

Cuando llueve, el diferencial suele saltar con mayor facilidad. La humedad puede llegar a la instalación eléctrica, y si hay cables con aislamiento dañado, el interruptor saltará para evitar riesgos. Por otra parte, la lluvia puede afectar el sistema de tierra de los transformadores eléctricos y reduce la resistencia del suelo, lo que significa que se necesita menos energía para que se produzca un cortocircuito. Las tormentas eléctricas (las sobretensiones originadas por rayos o variaciones en la tensión) pueden también provocar saltos del diferencial para proteger los equipos conectados. Revisa instalaciones eléctricas de zonas exteriores, como jardines, aparatos de aire acondicionado, cubiertas eléctricas o sistemas de iluminación.

Hay un electrodoméstico estropeado.

Quizá el problema se produce al encender un aparato o electrodoméstico. Se impone en este caso averiguar cuál; podemos salir rápidamente de dudas apagando todos los interruptores del cuadro eléctrico y proceder a encender uno a uno progresivamente, hasta dar con aquel que provoca la caída de la red. Cuando los condensadores y resistencias de electrodomésticos están averiados, la corriente no circula correctamente, lo que provoca el salto del interruptor para evitar sobrecargas, igual que si hay algún cable suelto o pelado. Las tostadoras provocan que se vaya la luz con relativa frecuencia: es porque hay migas u otros restos que hacen contacto entre las resistencias y el chasis. A veces puede tratarse de un simple interruptor de la casa, que es antiguo y hace mal contacto.

Salta el diferencial con todo apagado.

Cuando esto ocurre puede deberse a una avería en el propio diferencial o a un cortocircuito: el mal estado del aislante de los cables o una instalación defectuosa producen contacto entre la fase y el neutro, se genera un aumento de intensidad y salta el diferencial.

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Se va la luz, pero no salta el diferencial.

En este supuesto lo primero que hay que hacer es asegurarse de que la caída de suministro afecta sólo a nuestra vivienda y no a todo el bloque o incluso el barrio entero. Si sólo se ha producido en nuestro hogar, la causa puede ser una avería en el diferencial, un fusible quemado, un fallo de suministro por parte de la compañía, la existencia de algún cable quemado en el cuadro eléctrico o porque la compañía nos ha cortado la luz.

El diferencial no sube.

Se va la luz, tratas de solucionarlo levantando el interruptor diferencial, pero este vuelve al instante a su posición anterior. Si descartamos que el propio diferencial esté estropeado –lo que puede comprobarse bajando el interruptor general: si el diferencial ahora sí se queda arriba, es que funciona correctamente–, lo más probable es que se haya producido una derivación, o lo que es lo mismo, que hay un conductor rozando algún componente que deriva la corriente a tierra. Por eso el diferencial no sube por más que lo intentes. Para saber de dónde viene el problema, baja todos los automáticos, sube el diferencial (seguramente ahora se mantiene arriba) y procede a subirlos progresivamente hasta que uno provoque de nuevo el salto. Si, por ejemplo, es el de la lavadora, ahí está el problema. Mantén ese interruptor bajado y sube todos los demás; así, mientras viene un electricista a revisar las conexiones de ese electrodoméstico, al menos podrás tener luz en el resto de la casa.

La red recibe corrientes de alta frecuencia.

Tal vez algún aparato eléctrico está creando corrientes o armónicos de alta frecuencia (voltajes que generan problemas en la calidad de la energía) que hacen que salte el diferencial. La asistencia de un profesional que pueda detectarlo con un analizador de red resulta fundamental en este caso.

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Salta el diferencial de vez en cuando.

Verifica si ese “de vez en cuando” coincide con los momentos en que enciendes algún electrodoméstico, como una secadora o simplemente un secador de pelo. Si ocurre de forma aleatoria, puede que el diferencial esté dañado o que salte “por simpatía”, como resultado de una sobretensión del diferencial de otra instalación, de un vecino, por ejemplo. Aunque, de ser así, lo normal es que el corte de suministro afecte a varias viviendas colindantes (a varios vecinos de una comunidad).

Problemas con la instalación eléctrica.

A veces el problema no viene ni del diferencial ni de ningún electrodoméstico, sino que un cable mal aislado está afectando el rendimiento de todo el circuito eléctrico.
Sea cual sea la razón por la que el diferencial se dispara, como punto de partida se recomienda bajar todos los automáticos del cajetín e ir subiéndolos uno a uno para identificar el origen del cortocircuito o, de no haberlo, si es el propio diferencial el que ha dejado de funcionar como es debido.