La potencia contratada de la luz es el número de kilovatios (kW) de que dispones en tu suministro. Determina cuántos aparatos eléctricos puedes tener conectados a la vez. Conocer qué es la potencia eléctrica resulta importante, porque lo ideal es que dicha potencia vaya en consonancia con el uso que haces de la electricidad en tu vivienda.

Quedarte corto (tener contratada menos potencia de la necesaria) implicará que cuando, por ejemplo, estés cocinando en la vitrocerámica mientras la lavadora y el lavavajillas están en funcionamiento, y enciendas, además, la tostadora, “salten los plomos”, como se dice coloquialmente, o salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP), que es lo que técnicamente ocurre. Este interruptor lo que hace es cortar el suministro eléctrico al detectar una sobrecarga de energía en la casa. Si, por el contrario, la potencia contratada excede tus necesidades, estarás consumiendo energía de un modo poco eficiente y pagando más en tu factura.

Esto es así porque la potencia contratada de la luz es un término fijo en la factura, el cual, por cierto, podrás encontrar fácilmente en ella bajo el epígrafe: “Potencia”. Por tanto, ya sea en un mes de máximo consumo (generalmente, los de invierno) o un mes en el que ni siquiera has estado en casa, estarás pagando la misma cantidad por ese concepto. La potencia contratada se factura por cada kW contratado y cada día, independientemente de que hayas consumido energía o no.

CÓMO SABER LA POTENCIA DE LUZ QUE NECESITO

¿Es la potencia que tienes contratada la idónea para tu vivienda? Detectar que no es suficiente resulta fácil: en cuanto conectes varios electrodomésticos a la vez se cortará el suministro y se irá la luz. Más difícil es comprobar si la potencia contratada es mayor que la que necesitas. La sospecha de que estás pagando demasiado por la luz puede ser una pista (la potencia contratada supone el 30% de la factura eléctrica). En ambos casos, la opción más recomendable para salir de dudas es consultar la calculadora de potencia eléctrica que pone a tu disposición Iberdrola.

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En ella solamente deberás introducir algunos datos (provincia donde se ubica la vivienda, superficie aproximada, electrodomésticos de que dispones), y te indicará la potencia de la luz recomendada.

También puedes hacerte una idea de la potencia que necesitas si dispones de contadores inteligentes, que te informan del pico de potencia utilizado en un periodo determinado; contratando a un técnico electricista; o calculando la potencia de forma manual, sumando las potencias nominales de los equipos eléctricos de mayor consumo que utilices en casa.

CÓMO BAJAR O SUBIR LA POTENCIA DE LA LUZ

Bien, has hecho alguna de estas cosas y te has dado cuenta de que necesitas modificar la potencia de la luz del contrato del que eres titular. Hacerlo es muy sencillo. Tan sólo deberás aportar tus datos personales (nombre completo, DNI, teléfono y correo electrónico de contacto) y el Boletín Eléctrico (solo si la instalación eléctrica tiene más de veinte años).

Y, claro está, indicar la potencia nueva a contratar. La potencia mínima que puedes contratar en Iberdrola es de 1,15 kW (en instalación monofásica, la habitual en viviendas). Desde 2018 es posible contratarla en tramos de 0,1 kW, hasta un máximo de 15 kW.

Puedes tramitar el cambio de potencia de luz por varias vías:

• De forma presencial: en cualquier Punto de Atención de Iberdrola de los más de 500 que hay repartidos por España.
• Por teléfono: 900 225 235, número de atención al cliente de Iberdrola.
• Por Internet: entrando en el Área Privada de Clientes/ Mis gestiones / Cambio de potencia.

Has de saber que la potencia contratada de la luz sólo puede cambiarse una vez al año; por tanto, antes de dar el paso, debes estar seguro de que el cambio no va a afectar a tus hábitos de consumo.

Los consumidores pueden tener hasta dos potencias contratadas (punta y valle). Pueden ser la misma o una diferente para cada tramo. El cambio puede solicitarse para una de ellas o para ambas.

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​​​​​​​CUÁNTO CUESTA CAMBIAR LA POTENCIA DE LA LUZ

Cambiar la potencia tiene un coste. Si solicitas bajarla, tendrás que abonar 9,04 € por los derechos de enganche. En cualquier caso, una bajada de la potencia contratada (de 4,6 kW a 3,45 kW) puede generar un ahorro de más de 9 euros en cada factura, por lo que, si realmente es lo que necesitas, el coste del trámite te saldrá a cuenta. Si lo que quieres es subirla, hay que pagar los derechos de acceso, extensión y enganche. El coste final dependerá del número de kilovatios aumentados.

Una vez pagado el importe correspondiente, el usuario debe esperar a que la distribuidora de su zona envíe un técnico para dar por finalizado el trámite. Será el encargado de fijar la nueva potencia eléctrica contratada. Por ello, el cambio de potencia de la luz no se hace efectivo de forma inmediata, sino que, por lo general, la gestión se finaliza al cabo de 15 o 20 días desde su inicio.