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¿Qué es el puente térmico y cómo afecta a la estanqueidad del aire?

07 nondik azaroa 2022

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El mal aislamiento o envolvente en un edificio provocan diversos problemas como pérdidas energéticas y aumento del riesgo de condensaciones, lo que provoca la presencia de moho.
¿Qué es el puente térmico y cómo afecta a la estanqueidad del aire?

¿Burbujas o "ampollas" en la pared? ¿Alguna colonia de manchas negras expandiéndose por la casa? ¿Pequeñas gotas que aparecen sin ninguna explicación en la vivienda? La humedad de condensación, causante de estos problemas, es el resultado de la retención de vapor de agua en los muros y que tiene su origen en los llamados puentes térmicos.

Un puente térmico, según el Código Técnico de la Edificación, es aquella zona de la envolvente térmica del edificio en la que se producen fugas caloríficas, afectando la eficiencia energética del inmueble. Durante el invierno estos puentes conducen el calor hacia el exterior. Y en el verano, el calor lo absorben hacia adentro de la vivienda. Significan una pérdida de energía que conlleva a diversos problemas como la aparición de moho, cuando interviene también una ventilación poco eficiente.

En una casa, por ejemplo, con ventanas de metal, se puede producir un puente térmico entre los tres elementos que hacen contacto: la pared y el marco, o entre el marco y el cristal. En muchas ocasiones, los encuentros entre estos no siempre están bien sellados y facilitan que el calor se escape. O, por otro lado, si el marco de la ventana está hecho de un material que sea un conductor térmico, también se producirán fugas de calor o de frío según la temporada.

Puentes térmicos en ventanas de metal

Pero los puentes térmicos pueden estar presentes en las fachadas, tejados, en la solera (revestimientos de suelos naturales en los interiores de edificios), en las esquinas, en el cajón de la persona, en las vigas embebidas en el cerramiento vertical exterior o en cualquier otro rincón de la casa que limite con la parte externa del inmueble. "Los puentes térmicos son un problema moderno", afirma Álvaro Pimentel, secretario general de la Asociación de Instaladores de Aislamiento (Aisla). Antes, como no se aislaban los edificios, todo el inmueble en sí era un puente, explica el experto. Pero hoy, en busca de una mejor eficiencia energética en las casas, son cada vez más un tema a resolver.

¿CÓMO EVITAR EL PUENTE TÉRMICO?

En 2020, el parque residencial en el país estaba formado por casi 16,6 millones de viviendas: el 50,8% fueron construidas con anterioridad a 1980 y, por lo tanto, sin aplicación de consideraciones de eficiencia energética, según la "Hoja de Ruta para la Descarbonización Total de la Edificación en España" del Green Building Council España (GBCe).

La mayor parte del parque actual de viviendas presenta necesidades de rehabilitación, probablemente para restablecer o mejorar la calidad global del edificio y no solamente la referente al comportamiento energético. El parque edificado de viviendas es responsable del 30,1% del consumo de energía en España y del 25,1% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Una parte de ese derroche podría evitarse si se rompe con el puente térmico.

Arreglar los Puentes térmicos

"No siempre es posible eliminar los puentes térmicos, depende del tipo y de las posibilidades que te preste la edificación", dice el experto de Aisla. Un pilar, por ejemplo, se puede forrar para que deje de transmitir calor, se puede hacer una abrigo con material aislante a las vigas y forjados. O, de igual forma, se pueden utilizar algunas pinturas que impidan la transmisión de calor. Las ventanas de aluminio, de modelos más recientes, tienen unos elementos que aportan la rotura del puente térmico, al igual que las cajas de persianas.

¿Y CÓMO EVITAR ESTANQUEIDAD DEL AIRE?

La estanqueidad del aire o hermeticidad suele confundirse con tener un buen aislamiento térmico (o evitar los puentes térmicos), pero no son lo mismo. Los dos conceptos son complementarios e imprescindibles para cuidar la eficiencia energética de un edificio. "La estanqueidad se refiere a la resistencia que ofrece una construcción a la infiltración de aire [o agua] del exterior", comenta Ávila. "Una casa con un puente térmico puede no tener una estanqueidad del aire mala. Podemos tener un edificio muy bien aislado, pero con una mala estanqueidad", recalca.

Un buen ejemplo para aterrizar las diferencias está en una manta. Si se sopla a través de ella, se podrá observar que el material no es nada hermético, es decir, que deja escapar el aire. Pero si nos cubrimos con ella, podemos estar calentitos. O, por otro lado, una lámina de papel aceitado es hermética, pero resulta que es permeable. Contar con una buena estanqueidad es proteger el inmueble al paso del agua y el aire, que se cuelan a través de grietas y huecos.

Arreglar los Puentes térmicos en los marcos de las ventanas

Algunas zonas en las que se encuentran estos problemas están en las conexiones de la pared con el forjado, en los marcos de las ventanas, en las chimeneas, en las cajas de las persianas e incluso en las instalaciones eléctricas. Al igual que el puente térmico, una mala estanqueidad puede ocasionar un exceso de humedad, filtrados que generen deterioros en materiales constructivos, alto consumo en calefacción y aire acondicionado, así como una mala confortabilidad de los espacios interiores y riesgo de condensaciones.

Muchas de las viviendas en España han sufrido algún desperfecto ocasionado por un puente térmico o una mala estanqueidad del aire. "Son problemas inaguantables cuando generan condensaciones y ves una mancha de moho negro en la pared", afirma Ávila.

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