- Energia
Cómo ahorrar con grifos termostáticos
29 nondik uztaila 2022
0 min de lectura
Adiós a los sobresaltos cuando el agua de la ducha de pronto sale fría, a graduar manualmente su temperatura, a los minutos de espera cuando los primeros chorros vienen gélidos... Los grifos termostáticos, que son algo así como el equivalente al climatizador de los coches, permiten configurar previamente los grados a los que queremos que salga el agua y los mantienen de forma continua automáticamente.
Pueden instalarse en cualquier sitio, pero lo normal es que se monten en la ducha. Poseen varias ventajas con respecto a los grifos tradicionales y una de ellas es el ahorro, pues, como calcula el Centro de Investigación del Agua (WRC), el 8% del consumo doméstico de agua procede de la ducha. Otros estudios, como el realizado por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido), elevan ese porcentaje al 15%.
ASÍ FUNCIONAN LOS GRIFOS TERMOSTÁTICOS
Los grifos termostáticos o grifos mezcladores tienen dos mandos. El primero regula el caudal de agua y el segundo la temperatura. El experto Jesús Nieto Palomo describe así sus componentes internos: "Basan su funcionamiento en el movimiento de un fleje elástico, cápsula o ampolla de dilatación controlada, a los cuales se establece o limita su recorrido por medio del mando selector de temperatura y, así, descubren más o menos las toberas de entrada de agua fría, realizando la mezcla requerida con gran precisión y confort".
Dependiendo del modelo, las válvulas pueden estar ocultas o ser visibles; en el primer caso, los grifos son más estéticos, mientras que en el segundo, más fáciles de regular. Algunos modelos constan de un desviador, que facilita el elegir el grifo de salida (la alcachofa fija en lo alto y el cabezal de mano).
VENTAJAS DE LOS GRIFOS TERMOSTÁTICOS
Entre las ventajas de estos dispositivos podemos mencionar las siguientes:
Confort: Una vez seleccionada la temperatura, dado que esta quedará establecida a menos que decidamos variarla tiempo después, en cuanto accionemos la palanca del caudal el agua saldrá a los grados deseados sin tener que invertir tiempo en regularla una y otra vez manualmente como ocurre con los modelos monomando. Esto redunda en una mayor comodidad.
Seguridad: Los grifos termostáticos vienen equipados con un botón de seguridad que impide que el calor del agua supere los 38º grados. Si por cualquier motivo necesitamos una temperatura superior, deberemos inhabilitar manualmente ese limitador. En otras palabras: el agua demasiado caliente no puede salir de forma accidental, lo que evita sustos y quemaduras, medida muy interesante sobre todo cuando hay niños o personas mayores en casa. Una situación habitual en la ducha es que se altere la temperatura cuando alguien abre otro grifo o tira de la cadena; con los grifos termostáticos podrán hacerlo sin que esto afecte la calidad de nuestro baño, ya que estos grifos están preparados para cortar automáticamente el flujo de agua caliente cuando se corta la fría.
Durabilidad: La grifería termostática para ducha está fabricada con materiales de primera calidad, por lo que su vida útil se prolonga en el tiempo. El cuerpo del cartucho es anticalcáreo, es decir, impermeable a las deposiciones de cal, todo lo contrario que los modelos más antiguos de latón. El mantenimiento de los grifos es, por tanto, mucho más sencillo.
Estética: Además de las prestaciones que ofrece en cuanto a su funcionamiento, la grifería termostática para ducha suele fabricarse con diseños modernos y elegantes. Sus líneas se integran perfectamente hasta en los baños más vanguardistas.
CÓMO AYUDAN A AHORRAR AGUA
Como el agua sale desde el primer momento a la temperatura establecida previamente, no hemos de esperar esos tediosos minutos hasta que se calienta, lo que puede derivar en un ahorro de agua importante. Al incorporar una palanca de control de flujo de alta precisión, podemos controlar la cantidad de agua en el chorro, contribuyendo también a evitar el desperdicio.
El estudio británico antes citado asegura que los gritos mezcladores "ahorran un promedio del 28% del uso de agua y energía" y estima que el precio que se paga por estos dispositivos, algo mayor que el de los tradicionales, puede amortizarse en el breve plazo "de uno a tres meses".
No obstante, los grifos termostáticos requieren un minucioso mantenimiento para garantizar su óptimo funcionamiento. Las tuberías deben purgarse con esmero, al igual que los filtros. Sabremos cuándo es necesario en el momento en que detectemos que el agua sale con menos presión de lo habitual o se producen alteraciones en la regulación de la temperatura. Se recomienda usar calentadores eléctricos o acumuladores de gran capacidad.