La realidad energética se ha ido transformando a pasos agigantados a nivel mundial. El concepto de un nuevo modelo energético limpio y sostenible, no sólo es una realidad palpable, sino que avanza cada vez más entre los colectivos.

Pero ¿sabes qué es el autoconsumo colectivo? Tal y como su nombre indica, es una instalación, por lo general fotovoltaica, de la cual se pueden beneficiar varios consumidores a la vez. Esto fomenta el aumento de la rentabilidad de los sistemas y la disminución en los años de amortización.

A continuación, te mostramos más detalles acerca del tema, sus modalidades y ejemplos más comunes.

Definición del autoconsumo colectivo

Se dice que un sujeto consumidor participa en un autoconsumo colectivo cuando pertenece a un grupo de varios consumidores que se alimentan, de forma acordada, de energía eléctrica proveniente de instalaciones de producción próximas a las de consumo y asociadas a los mismos.
Se denomina instalación de producción próxima a las de consumo y asociada a las mismas a las instalaciones si cumplen alguna de las siguientes condiciones:

• Estén conectadas a la red interior de los consumidores asociados o estén unidas a ésta a través de líneas directas.
• Estén conectadas a cualquiera de las redes de baja tensión derivada del mismo centro de transformación.
• Se encuentren conectados, tanto la generación como los consumos, en baja tensión y a una distancia entre ellos inferior a 500 metros. A tal efecto se tomará la distancia entre los equipos de medida en su proyección ortogonal en planta.
• Estén ubicados, tanto la generación como los consumos, en una misma referencia catastral según sus primeros 14 dígitos.

Cabe destacar, que este tipo de instalaciones de autoconsumo colectivo no son exclusivas para bloques de viviendas, sino que también pueden realizarse en urbanizaciones de viviendas unifamiliares y polígonos.

El ahorro en la factura mensual de electricidad, una vez realizada esta instalación colectiva, dependerá del porcentaje de participación. Además, en Iberdrola contamos con el Plan Solar, un plan personalizado para ti si ya dispones de placas solares en tu hogar que se adapta al autoconsumo.

Modalidades del autoconsumo colectivo

1. Autoconsumo colectivo con excedentes: a través de esta modalidad se pueden vender los excedentes energéticos al mercado eléctrico. Para formalizar la venta de excedentes es necesario un contrato de representación en el mercado a través de una comercializadora.
2. Autoconsumo sin excedentes: es cuando varios usuarios acuerdan realizar una instalación de autoconsumo colectivo con un dispositivo antivertido, el cual impide que los excedentes energéticos se inyecten a la red eléctrica.
3. Autoconsumo con excedente acogido a compensación simplificada: todos los consumidores que pertenezcan al mecanismo de compensación de excedentes tienen la posibilidad de compensar la energía vertida a la red, valorada a un precio fijado con la comercializadora o al precio medio horario (Pmh) menos el coste de los desvíos CDSVh, si es un contrato asociado a PVPC.

Independientemente de la modalidad de autoconsumo elegida, el apartado 3 del artículo 4 del Real Decreto 244/2019 señala que todos los usuarios que se beneficien de una misma instalación de generación de energía estarán obligados a darse de alta dentro de la misma modalidad de autoconsumo, comunicando los criterios de reparto de energía a la empresa distribuidora a través de un mismo acuerdo firmado por todos los participantes.

¿Cómo se reparte la energía entre los usuarios?

Para que todos se beneficien de una misma instalación de autoconsumo, es necesario que todos los usuarios lleguen a un acuerdo de reparto de energía, a través de unos coeficientes fijos durante el periodo de facturación.

Este acuerdo debe constar en un documento donde se fijen todos los criterios del reparto de la energía y estar firmado por todos los participantes. En el documento se debe incluir:

• El Código de Autoconsumo (CAU).
• Modalidad de la instalación de autoconsumo.
• Los participantes asociados: coeficientes de reparto, CUPS y NIF.
• Instalaciones o instalación de generación asociada.

Cuando el documento esté elaborado y firmado por todos los consumidores, este debe ser entregado a la distribuidora.

¿Quienes pueden disfrutar de una instalación de autoconsumo colectivo?

Las instalaciones fotovoltaicas compartidas pueden ser una opción para muchos colectivos: empresas ubicadas en un polígono industrial, comunidades de vecinos, comerciantes, etc. A continuación, te explicamos algunos ejemplos:

Polígono industrial

Un ejemplo claro sería el de dos empresas que quieren instalar paneles solares de autoconsumo colectivo. Esto es posible si ambas cumplen los requisitos exigidos y firman el documento para acordar los coeficientes del reparto.

Esta opción de autoconsumo es muy llamativa ya que la máxima producción de energía se produce en las horas de actividad comercial, es decir, el porcentaje de autoconsumo colectivo siempre es elevado.

Edificio de viviendas

El autoconsumo colectivo entre comunidades de vecinos se divide en dos tipos:

• Básica: aquí se beneficia toda la comunidad y la energía va destinada a cubrir las zonas comunes del edificio como: escaleras, entrada, ascensores, etc.
• Integral: la producción de energía se destina a todas las necesidades de las viviendas y/o locales comerciales de los usuarios.

Zonas residenciales

Los pueblos, áreas residenciales o urbanizaciones de casas unifamiliares son los mejores ejemplos para esta categoría. En todos los casos, se deben cumplir tres requisitos mencionados anteriormente para que pueda considerarse autoconsumo de proximidad:

• Emplazamiento en la misma zona catastral.
• Distribución de energía en baja tensión dentro del mismo centro de transformación.
• Distancia máxima de 500m del usuario con respecto al punto de producción de energía fotovoltaica.

Beneficios del autoconsumo colectivo

• Amortización a corto plazo: la amortización de capital inicial es menor que en las instalaciones individuales.
• Menos inversión inicial: las instalaciones de autoconsumo suponen una inversión inicial más baja debido a la economía de escala de estas instalaciones y que el coste se reparte entre varios consumidores.
• Energía renovable: además del ahorro económico que supone una instalación de autoconsumo colectivo, los consumidores están contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y a reducir su huella de carbono.