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Convertirse en autónomo (energéticamente) en un entorno urbano

30 nondik abuztua 2022

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Vivir de forma autosuficiente no tiene por qué significar mudarse a una cabaña en el bosque y volver a lo básico. Una vivienda en una ciudad es susceptible de funcionar con energías verdes y captar de manera autónoma toda la energía que precisa de manera consciente.
Convertirse en autónomo (energéticamente) en un entorno urbano

La transición a un hogar sin conexión a la red permite a los propietarios reducir su huella de carbono y aumentar la resistencia de sus hogares. Las casas autosuficientes satisfacen todas sus necesidades de energía y contribuye a reducir nuestro impacto negativo sobre el planeta y ayudar a mantener el medio ambiente para nuestras futuras generaciones.

Los hogares autosuficientes utilizan la energía solar y/o eólica, que cuesta menos que la electricidad de la red. También significa que nunca más estarán expuestas a las subidas de los precios de la energía, una vez que los sistemas de generación estén instalados y amortizados, verás tus facturas reducidas. Por otro lado, la autogeneración energética repercute en el valor de la propiedad, ya que atraen un valor inmobiliario mayor.

¿En una ciudad?

No hace falta tener una casa en el campo para poder disfrutar de la generación eléctrica del sol o del viento. Bastará con un pequeño sistema instalado en la terraza, las ventanas o el tejado comunal del edificio para beneficiarse de la energía limpia e infinita que nos brindan el sol y el viento. Veamos cómo paso por paso.

Convertirse en autónomo (energéticamente) en un entorno urbano

El sistema autosuficiente urbano

  1. Captación de la energía en los paneles solares fotovoltaicos. La luz del sol activa los paneles y las células producen corriente eléctrica. La luz del sol incide en las capas de los paneles solares y los fotones y electrones interactúan para crear una corriente eléctrica.
  2. El aerogenerador doméstico. Paralelamente al sistema fotovoltaico, un hogar autónomo puede tener instalado un aerogenerador. Funciona como el ala de un avión: cuando el aire que sopla pasa por ambos lados de la pala, su forma hace que la presión del viento sea desigual, haciendo que la pala gire. Como las placas solares, los aerogeneradores requieren una planificación y mantenimiento específicos para que sean exitosos. Su flujo de energía se suma al de la captada por los paneles fotovoltaicos en el tejado, en la terraza o en las ventanas de la vivienda.
  3. Conversión de energía. La corriente eléctrica fluye desde los paneles hasta el inversor solar, que convierte la energía generada por los paneles en energía utilizable en corriente continua.
Convertirse en autónomo (energéticamente) en un entorno urbano
  1. Una apetitosa despensa de electricidad solar. La energía de corriente alterna fluye desde el inversor hasta la caja de distribución, que la hará circular por toda la casa.
  2. Almacenamiento. La energía captada se almacena en sistemas de baterías que pueden ser de diversas tipologías, siendo las más eficientes las de iones de litio, que permiten una acumulación de la energía sin apenas perdidas, asegurando la autonomía durante semanas.
  3. ¿Y qué pasa con los excedentes? En caso de no emplear toda la energía, aquella no utilizada que no se almacena puede también devolverse potencialmente a la red obteniendo a cambio beneficios en la factura de energía. Toda la corriente alterna que no se utilice volverá al contador de la compañía eléctrica y seguirá estando disponible para su consumo. Es la ventaja de un sistema solar híbrido, en el que los paneles solares se conectan a la red y, además, contamos con un sistema de baterías de reserva para almacenar el exceso de energía. Así siempre disponemos de energía en cualquier situación.

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