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10 formas de ahorrar energía en casa
03 de octubre 2024
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Ahorrar energía en casa sólo aporta beneficios. De entrada, al consumirla en menor cantidad, abarata la factura. Pero, además, desde las instituciones nos están animando a hacerlo porque es bueno para el planeta: como sostiene la Unión Europea, “el ahorro de energía es imprescindible en la lucha contra el cambio climático y la reducción de la dependencia energética”.
Se trata de obtener los mismos resultados usando menos energía, y para ello no hace falta que modifiques tu estilo de vida. Con estos 10 consejos para ahorrar energía en el hogar lo conseguirás fácilmente.
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Programa la lavadora a más baja temperatura. La idea de que, a temperatura más alta, mejores resultados, ha quedado un tanto obsoleta. Lavando a 30ºC o menos tu ropa va a salir perfectamente limpia y puedes ahorrar hasta un 60% de energía. Procura, además, llenar convenientemente el tambor; esto es, lo suficiente para no tener que repartir la colada en dos lavados, pero dejando un poco de espacio en la parte superior (que quepa una mano) para que el jabón se disperse de forma homogénea entre la ropa.
Haz lo mismo con el lavavajillas. El 90% de la energía que utiliza este electrodoméstico se destina a calentar el agua. Utilízalo cuando esté lleno y sáltate el aclarado previo en el fregadero, porque la mayoría de programas del lavaplatos empiezan precisamente con esa función. Y si pese a todo consideras que hay que aclarar los platos porque están muy manchados, hazlo con agua fría.
Modera la temperatura del frigorífico. Su función es conservar los alimentos, no criogenizarlos. Según muestran los estudios, la forma más económica de usar la nevera es mantener la temperatura a +5º C y la del congelador a -18º C. Ten en cuenta que por cada grado que incrementes estarás reduciendo el consumo de energía en un 5%.
Hierve en la vitro agua ya caliente. Las cocinas vitrocerámicas tardan bastante en calentar el agua necesaria para, por ejemplo, preparar un socorrido plato de pasta. Es por ello que desde IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) recomiendan que, antes de verter el agua en la olla, la calentemos en el microondas, que consume menos electricidad, porque es más rápido. También es conveniente usar recipientes que se adapten al diámetro de la zona de cocción y apagar el fuego un par de minutos antes para aprovechar el calor residual.
Suaviza la calefacción. Es responsable del 63% del consumo energético de los hogares. Cada grado menos aminora un 7% el importe de la factura. La temperatura media actual de la calefacción en las casas es de 21,3ºC. Bajándola a 19º C no pasarás frío y reducirás el consumo en un 16,1%.
Elige la calefacción que menos consume. Si puedes escoger entre un sistema de calefacción de bomba de calor, de gas o radiadores eléctricos, apuesta por el primero: su gasto medio, de 0,05 € el kWh, es menor que el de las calderas de gas (0,07 €) y mucho más económico que el de la calefacción eléctrica (0,19 €). A similar conclusión llegó un informe de la OCU: los radiadores eléctricos nos cuestan de media 1.255 € al año, las calderas de gas, 683 € y los aparatos de bomba de calor, alrededor de 455 €.
Eficiencia energética. ¿Por dónde se escapa el calor? Es una pregunta esencial en cualquier casa a la que debemos responder aislando térmicamente y de manera correcta la fachada, ventanas y suelo de nuestra vivienda.
Refresca la casa en verano. Igual que existen métodos naturales para mantener la vivienda caldeada en invierno, los hay para conservarla fresca en verano. Ventila las habitaciones a primera hora de la mañana y procura no volver a abrir las ventanas hasta que oscurezca; viste tu cama y el resto de la casa con tejidos que aportan frescor natural y minimizan la sensación de humedad como el algodón, el lino o la seda; evita llenar las habitaciones de trastos, sobre todo el dormitorio, pues darán sensación de agobio, y considera comprar un humidificador o un ventilador para esas noches tórridas de verano.
Instala grifos termostáticos. Se estima que entre el 8% y el 15% del consumo doméstico de agua procede de la ducha. De cara a reducirlo, plantéate adquirir este tipo de grifos, también llamados mezcladores, dotados de dos mandos: uno para regular el caudal del agua y el segundo para la temperatura. Puedes ahorrar de media un 28% de agua y energía y aunque su precio es algo mayor que el de los tradicionales, lo amortizarás como mucho en tres meses.
Utiliza enchufes inteligentes. Permiten controlar los dispositivos a distancia mediante una aplicación; es decir, puedes programar horarios de encendido y apagado o disponen de temporizadores de apagado automático.
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