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Cables de carga del coche eléctrico: cosas que debes saber
09 de julio 2024
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Si cargamos nuestro coche en casa ya tendremos nuestro propio cable y si lo hacemos en un cargador rápido tampoco tendremos que preocuparnos por la conexión con nuestro coche para llenar las baterías. Si queremos, por ejemplo, realizar una carga en alguno de los puntos gratuitos de centros comerciales, supermercados o en cargadores de pago de menor potencia, tendremos que disponer de nuestro propio cable, ya sea de modo 2 o de modo 3, en función del tipo de cargador. Muchos modelos los llevan de serie, pero en otros es un accesorio que hay que pagar aparte con un coste de alrededor de unos 300 euros.
Con el aumento del parque de vehículos eléctricos también crece el mercado de accesorios para estos modelos y los cables de recarga son uno de los elementos más buscados. La asociación benéfica británica Electrical Safety First ya ha alertado de la venta a través de internet de cables de carga de coche eléctrico con precios muy baratos que no cumplen con los mínimos requerimientos técnicos y de seguridad. En 2023 realizaron un estudio basándose en las informaciones recibidas de los usuarios de eléctricos e identificar tres modelos de cable cargador de coche eléctrico que eran peligrosos. Tras ser analizados por laboratorios especializados, los tres modelos fueron retirados del mercado europeo, tanto en la UE como en el Reino Unido.
CABLES DE CARGA HOMOLOGADOS
Los cables de recarga que se venden baratos se fabrican con costes muy bajos, lo que repercute en la calidad de los materiales empleados, la solidez de los montajes o el dimensionamiento de los propios cables. Todo esto los convierte en peligrosos porque durante el uso estos deficientes cables de coche eléctrico pueden sobrecalentarse, provocar una descarga eléctrica o incluso la electrocución del usuario, además de dar lugar a un incendio.
Es muy importante verificar la homologación para nuestro mercado del elemento que adquirimos. En el caso de Europa, que cuente con la inscripción CE (Unión Europea), aunque las falsificaciones no suelen tener reparos en incluir estas inscripciones de “homologación” a pesar de no cumplir las normas técnicas del territorio en el que se van a vender.
El amperaje, la tensión y la potencia eléctrica necesarios para un cable de recarga, en función de la red eléctrica del país en el que se va a utilizar, pueden variar; y, por eso, cumplir las normas de cada zona en la que se comercializan es primordial para evitar consecuencias desagradables y peligrosas.
En general, hay que desconfiar de los precios demasiado baratos o los que no ofrezcan suficiente información sobre el fabricante o la homologación. A la hora de adquirir cualquier accesorio para nuestro coche eléctrico y, en especial, los cables de recarga en internet es importante no hacer del precio el único argumento de decisión, verificar hasta dónde podamos el origen del artículo y como norma adquirir estos elementos directamente en marcas reconocidas.
CUIDADO DE LOS CABLES
Recoger y guardar el cable después de haber cargado nuestro coche en un punto de suministro que no cuenta con sus propios cables es una tarea poco agradable que queremos solucionar rápido. Lo habitual es cogerlos de cualquier manera y soltarlos en el maletero, pero esta operación, hecha de forma rápida y sin cuidado una y otra vez, puede acabar dañando el cable. Es importante recogerlo y enrollarlo correctamente, para que no se doble mal o quede aprisionado por el portón o por cualquier otro elemento del maletero. Además, si lo enrollamos convenientemente ocupará menos espacio y cabrá en el hueco o en la bolsa que la mayoría de los vehículos eléctricos tienen previsto para este importante elemento de recarga.