Los vehículos eléctricos no sólo reducen las emisiones contaminantes a cero durante todos sus recorridos, también reducen considerablemente el nivel sonoro y esto es importante en cualquier entorno, pero sobre todo en el urbano. El estrés es uno de los principales problemas de salud de nuestro tiempo, que al final acaba derivando en patologías más complicadas. Los profesionales de la conducción, como los taxistas, saben bien la importancia de conducir con relajación por su propia salud y seguridad.

La empresa londinense LEVC (London EV Company), fabricante de los típicos taxis de la capital británica, se propuso demostrar los beneficios de conducir un vehículo eléctrico para la salud de los taxistas gracias a la reducción de estrés al volante.

La prueba fue diseñada y llevada a cabo por el especialista en acústica de la Universidad de Nueva York, Dr. Duncan Williams. En dicha prueba, para analizar un nuevo beneficio del coche eléctrico, participaron cuatro taxistas que se turnaban al volante de un vehículo diésel y otro eléctrico, realizando una serie de recorridos por el centro de Londres. Hay que aclarar que los cuatro conductores ya estaban familiarizados con el vehículo eléctrico, sus controles y su manejo, y ya habían realizado bastantes kilómetros con coches de baterías antes de la prueba.

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MÁS FELICES EN COCHES ELÉCTRICOS  

Cada conductor llevaba en la cabeza un medidor de electroencefalograma, el llamado “gorro cerebral”. Los electrodos situados en esta especie de caso de ciclista monitoreaban en todo momento la actividad cerebral a lo largo de una ruta establecida por Londres. Esto ha permitido tener datos que nunca antes se habían analizado de los diferentes estados mentales de los conductores cuando estaban al volante de un vehículo diésel o de uno eléctrico 100%. También se hicieron lecturas de la frecuencia cardiaca y de audio.

Los resultados de este estudio científico son concluyentes y demostraron que los taxistas estaban más concentrados, más tranquilos y más felices al volante de los taxis eléctricos que cuando conducían los de motor diésel. Sus ondas cerebrales beta eran más altas al conducir el eléctrico, lo que indica niveles más altos de concentración activa. Algo que era particularmente apreciable en los tiempos de espera en los semáforos, momentos en los que los conductores se sentían más tranquilos.

En el eléctrico las variaciones del ritmo cardiaco también eran menos apreciables, lo que indica un estado de tranquilidad mental. El taxi eléctrico se convierte en un entorno de trabajo más silencioso con unos cinco decibelios menos de sonoridad general. Después de las pruebas, los conductores manifestaron a través de una encuesta que se sentían más felices al volante del eléctrico, debido a una reducción del estrés y que sufrían menos distracciones en el taxi eléctrico.

De la misma forma, si se reduce el nivel de estrés de los conductores también aumenta la seguridad de los peatones y del resto de usuarios de la vía pública. Y todos nos beneficiamos de la disminución de ruido. Al presentar el estudio, el Dr. Duncan Williams declaró: “Es un resultado fascinante y, dado el paso hacia los vehículos comerciales eléctricos, muestra que hay más beneficios en el uso de vehículos eléctricos de lo que pensábamos”.