La electrificación está llegando a todos los sectores de la movilidad, sea del tipo que sea. Cualquier cosa que tenga ruedas y sirva para desplazar personas o mercancía debe transformarse a un sistema que no dependa de los combustibles fósiles. Coloristas y con un toque muy norteamericano, los food truck ya son habituales en España. En la mayoría de los casos y salvo raras excepciones, este tipo de restaurantes móviles son un elemento muy poco sostenible, sobre todo, teniendo en cuenta que se usan en eventos al aire libre. La mayoría de estos food truck necesitan electricidad para hacer funcionar sus neveras, freidoras, planchas, microondas y todos los elementos culinarios necesarios. Una electricidad que no proviene de las baterías del propio vehículo si no de generadores auxiliares que funcionan con diesel o con gas, muy contaminantes y muy cerca del propio lugar donde se prepara la comida.

En muchos eventos que se realizan en núcleos más o menos urbanos estos food truck se conectan a la red eléctrica y el problema queda solucionado, pero eso no siempre es posible. La tendencia del retrofit en el automóvil (restaurar vehículos clásicos y reconvertirlos a tecnologías modernas como la movilidad eléctrica), también ha llegado a los food truck y ya son varias las empresas que se dedican a realizar estas transformaciones. En EE UU, donde los food truck son algo muy habitual desde hace décadas, ya existen empresas especializadas en transformar o en fabricar desde cero este tipo de vehículos en versión eléctrica.

Los primeros food truck eléctricos han sido los más pequeños, normalmente los que están basados en los tuk-tuk que ya se usan para visitas turísticas y que, en este caso, se transforman para transportar alimentos o preparaciones culinarias muy básicas.

BATERÍAS AUXILIARES

Cuando el vehículo en el que se ha montado toda la infraestructura del food truck ya es eléctrico hay una buena parte hecha y todo dependerá de la capacidad de sus baterías. Esta solución se ofrece en paquetes de baterías e inversores desde 3kW y 5 kWh hasta capacidades de 26 kW y 90 kWh que, además, permiten conectarse con placas solares portátiles para mejorar aún más su eficiencia.

Ya existen en el mercado empresas especializadas en el montaje de conjuntos de baterías auxiliares para los food truck que permiten que sus cocinas funcionen sin emisiones. De esta forma, queda solucionado el problema de los generadores tradicionales en un food truck que normalmente está realizado sobre un furgón clásico restaurado, pero con motor térmico.

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La empresa de electrodomésticos Whirpool con la colaboración de Peugeot creó hace unos años el Whirpool Experience, un innovador concepto de food truck eléctrico, diseñado desde el principio para este uso. Su carrocería desplegable se abre por completo y permite un espacio de trabajo mucho más cómodo, además de situar al cocinero-camarero a la misma altura que los clientes y no en una posición más elevada como suele ser habitual.

El siguiente paso será convertir estos vehículos de comida en autónomos y, de hecho, en la feria de la movilidad eléctrica MOGY, que cada año se celebra en Las Rozas, Madrid, ya participó uno de la empresa Goggo que circuló por la calle Real de la localidad madrileña.