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Qué es la huella de carbono y cómo reducirla en 10 pasos

31 de agosto 2022

3 min de lectura

La mayoría de las actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día contaminan y su impacto en la atmósfera puede cuantificarse. Modificando ligeramente algunos hábitos es posible reducir las emisiones.
Qué es la huella de carbono y cómo reducirla en 10 pasos

Igual que nuestros pasos dejan rastro en un sendero y nuestros dedos marca en el cristal, cada uno de nuestros actos cotidianos tiene efecto en el medio ambiente. Cuando conducimos en coche, hacemos una barbacoa o compramos unos vaqueros nuevos contribuimos a la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero (GEI) en dirección a la atmósfera. Estos son responsables del calentamiento global, que a su vez acelera el cambio climático con consecuencias negativas para el planeta. Como define la consultora ambiental Pamtra, "la huella de carbono es una métrica ambiental que calcula la totalidad de las emisiones de GEI generadas, directa e indirectamente, por una persona, un grupo, una organización, empresa o incluso un producto o servicio".

Los poco crédulos argumentarán que el impacto de una pequeña actividad individual no puede compararse con el de las grandes industrias que fabrican los objetos que después nosotros consumimos. El planeta tiene actualmente siete mil millones de habitantes y Naciones Unidas calcula que serán 9,7 mil millones para 2050 (y 11 mil millones en 2100). Es decir: que no solo la suma de los GEI de toda la población es enorme, sino que, a causa del incremento demográfico, va a más. El compromiso de todos para reducir cada una de nuestras huellas resulta esencial.

En este sentido, Naciones Unidas ha creado una calculadora de huella de carbono para apoyar la acción climática. Como indica este organismo internacional, "reúne datos para proporcionar a los usuarios una estimación de la huella climática de sus compras. De ese modo, la herramienta podrá ayudar a las empresas y marcas a tomar decisiones responsables con respecto a la sostenibilidad de sus productos, incluso dentro de sus cadenas de suministro, y a aumentar la conciencia de los consumidores sobre las consecuencias de sus compras, con la esperanza de fomentar cambios de comportamiento".

Reducir los niveles de CO2

A modo de ejemplo, revela que la producción, empaquetado y transporte de un par de pantalones vaqueros de 1,2 kg de peso emite diez veces más (12,68 kg) de CO2 "equivalente" (la medida usada para la huella de carbono) a la atmósfera.

Adicionalmente, la ONU dispone de otra calculadora de nuestra huella de carbono en cuanto a los aspectos de nuestro hogar (tipo de vivienda, tamaño, eficiencia energética, etc.), nuestro modo de transporte habitual y nuestro estilo de vida, como el consumo de carne y productos locales, o la gestión de los desperdicios alimentarios o desechos tecnológicos.

DE DÓNDE PROCEDEN LOS GASES DE EFECTO INVERNADERO

La huella de carbono proviene de innumerables fuentes. Según el Centro para Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan (EEUU), la alimentación es responsable solo en el ámbito del hogar de entre un 10% y un 30% de la misma. Entre sus productos, los cárnicos dejan una mayor huella por caloría que los vegetales.

Las actividades domésticas también emiten gases de efecto invernadero. Dependiendo del tipo de energía que se consuma, la huella es mayor, menor o incluso nula. En 2019, el uso residencial de electricidad emitió el 9,1 % del total de emisiones de CO2 en Estados Unidos. Por otra parte, la calefacción y la refrigeración también liberan CO2, incluso el poner la lavadora (26 millones de toneladas de CO2 al año).

Los automóviles y camionetas emitieron 1.100 millones de toneladas métricas de CO2 "equivalente" o el 17 % del total de emisiones de GEI de Estados Unidos en 2019. Les siguen los viajes aéreos, aunque la huella de estos tiende a reducirse en tanto en cuanto aumenta la ocupación de los aviones y se ha mejorado la eficiencia del combustible. En el otro extremo, las emisiones del transporte por ferrocarril representan solo el 2% del total de este sector.

CÓMO REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO

CÓMO REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO

Con estas 10 sencillas pautas podemos reducir nuestra huella de carbono sin que ello suponga un cambio drástico en nuestro estilo de vida:

  1. Elige energías 100% renovables, puede reducir de media las emisiones de una persona en 1,68 toneladas de CO2 al año, según la BBC. En Iberdrola somos sostenibles tanto en la producción como en la comercialización de energía. Por ello, todos nuestros Planes a tu medida de electricidad suministran a nuestros clientes energía 100% renovable.
  2. Escoge electrodomésticos de bajo consumo y bombillas fluorescentes compactas (CFL). Estas últimas utilizan un 75 % menos de energía que las incandescentes y duran hasta 10 veces más, según una guía de la Universidad de Georgetown (EEUU).
  3. Lavar con agua fría una vez por semana puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero más de 31,75 kg al año.
  4. Decantarse por la comida vegetariana un día a la semana podría ahorrar el equivalente a conducir 1.866 kilómetros.
  5. Caminar o pedalear tiene un impacto neutro en el medio ambiente, no así los viajes en coche. Muévete de forma más sostenible, usa el transporte público.
10 sencillas pautas para reducir nuestra huella de carbono
  1. Consumir alimentos de cercanía y de temporada, elegir pescado de la pesca sostenible, montar tu propio huerto urbano, usar bolsas de la compra reutilizables y evitar el desperdicio son algunas recomendaciones de la Unión Europea en el ámbito de la alimentación.
  2. La UE también aconseja tratar de alargar la vida de las prendas de vestir, recurriendo a la ropa de segunda mano o adquiriendo aquellas fabricadas con fibras recicladas.
  3. Reducir la calefacción un grado, aumentar la temperatura del aire acondicionado un grado, darse duchas más cortas, cerrar el grifo mientras fregamos o nos cepillamos los dientes puede ser de gran utilidad para reducir nuestra huella, según la UE.
  4. En cuanto al consumo de aparatos electrónicos, las autoridades europeas sugieren desenchufar los equipos cuando no se usan y no dejar el móvil cargando cuando la batería ya está al 100%.
  5. Usar un ordenador portátil en vez de uno de sobremesa (los primeros requieren menos energía para funcionar) y ver películas en la televisión en lugar de en la consola (esta consume 10 veces más energía) es lo que propone The New York Times.

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