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Repartidor de costes de calefacción: problemas y soluciones

15 de enero 2025

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Descubre los repartidores de costes de calefacción y cuáles son sus problemas principales o los más habituales y sus posibles soluciones.

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​​​​​​​Ahorrar en calefacción es motivo de preocupación para la mayoría de consumidores. Aunque sólo la encendemos cuando el frío aprieta, el gasto anual para caldear la vivienda es, según algunas fuentes, de unos 600 euros al año. No está de más, por tanto, conocer las mejores opciones para poder pagar menos en la factura, y una de las más interesantes son los repartidores de costes.

QUÉ SON LOS REPARTIDORES DE COSTE DE CALEFACCIÓN

Los repartidores de costes de calefacción son dispositivos destinados a medir el consumo individual de cada radiador de casa, en aquellos edificios que cuentan con sistema de calefacción central. Estos dispositivos, dotados de dos sensores, calculan la temperatura tanto de la superficie del radiador como de la habitación; cuando la diferencia entre ambas supera los 4ºC, el repartidor detecta que el radiador se ha puesto a funcionar y comienza a contabilizar su consumo. Transmite los datos a la empresa encargada de gestionar los repartidores, la cual incorpora el gasto al sistema de facturación.

El coste de los repartidores que instalaremos en los pisos es variable: depende del inmueble, la marca elegida y el hecho de que, en ocasiones, es necesario modificar la instalación. El precio del proceso puede oscilar desde los 500 euros a más de 1.000, aunque según la OCU, el ahorro de energía amortiza la inversión en unos cuatro años.

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VENTAJAS DE LOS REPARTIDORES DE COSTE DE CALEFACCIÓN

Las ventajas de los repartidores de calefacción son, por un lado, que brindan la posibilidad de hacer un uso más inteligente del calor; como miden la información de cada radiador, podemos darnos cuenta de si los estamos usando de forma eficiente. Son de tamaño reducido, estéticos, sencillos de instalar, cómodos, aportan flexibilidad al cliente y, en definitiva, contribuyen a que el consumo sea menor. En concreto, dicho ahorro puede estimarse en un 20%. Y no menos importante: también ayudan a reducir la emisión de CO2 a la atmósfera.

REPARTIDORES DE COSTES DE CALEFACCIÓN: PROBLEMAS

No obstante, no hay sistema que quede exento de dar algún que otro problema, generalmente derivado de sus años de uso. Los repartidores de costes se alimentan gracias a una batería de litio; la razón es que, por lo general, cerca de los radiadores no hay enchufes. Los fabricantes aseguran que esta batería tiene una duración aproximada de 10 años. Pero pasado ese tiempo, o incluso antes, su vida útil terminará, no así la del repartidor, que lo más probable es que siga operando con normalidad.

La batería gastada no se puede recargar ni reemplazar por una nueva. Por tanto, cuando se acaba, y aunque el repartidor siga funcionando perfectamente, lo que hay que cambiar es el dispositivo entero. Se recomienda, por tanto, tratar de que la batería dure lo máximo posible, lo cual pasa, sobre todo, por limitar el número de telelecturas, que aumentan su consumo.

También puede ocurrir que nos demos cuenta de que estos contadores no están haciendo bien su función. Para que su cómputo del gasto de calefacción sea idóneo es necesario que se realice una correcta instalación por parte de un profesional cualificado.

REPARTIDORES DE COSTES DE CALEFACCIÓN: NORMATIVA

Como es de suponer, la instalación de los repartidores de costes debe realizarse de acuerdo con la normativa vigente. Desde que se publicase la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética, el gobierno de España ha introducido recientes normativas que la actualizan, como el Real Decreto 735/2020, que regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios. Ambas normas establecen la obligatoriedad de instalar sistemas de contabilización individualizada de calefacción y refrigeración, aunque el Real Decreto exime de su cumplimento a aquellos edificios en los que la inversión no pueda amortizarse antes de cuatro años.

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También exime de la obligación a aquellas viviendas equipadas con sistemas de emisiones de calor conectados en el aire (monotubos en serie), siempre que den servicio a más de un usuario, así como los sistemas de ventiloconvectores y de aerotermos, y cuando las viviendas estén situadas en las zonas climáticas A y B (gran parte de Andalucía y todo el Levante, incluida Tarragona, lo mismo que las islas Canarias y Baleares) por falta de rentabilidad económica. El Real Decreto dispone que los titulares deberían obtener un presupuesto entre 2021 y febrero de 2022, dependiendo del tipo de vivienda y la zona climática. Entre la petición del presupuesto y la realización de la instalación, determina un plazo máximo de quince meses para que los repartidores estén activos. En todo caso, ese plazo culminaba el 1 de mayo de 2023 para edificios de la zona C (partes de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Extremadura, y Jaén, Granada y Toledo) y antes para el resto.

Las comunidades de vecinos que incorporen sistemas de repartidores de costes pueden acogerse a la nueva tarifa TUR 4, para lo cual es imprescindible que estén al corriente de pagos con su actual comercializadora y, como es natural, que cuenten con estos contadores individuales. El Real Decreto-ley 4/2024, de 26 de junio, da derecho indefinido al acceso a esta tarifa TUR 4.

 

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