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Qué es la bomba de calor en el coche eléctrico

22 de enero 2025

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Como en nuestros hogares, la bomba de calor en los coches eléctricos se utiliza para ahorrar energía y aumentar su autonomía.


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La climatización es uno de los elementos auxiliares que consumen más energía en un coche eléctrico. Y, por eso, es muy importante, ya que su uso es primordial para la comodidad general de los pasajeros y la seguridad al volante. Cada kilowatio de consumo en un eléctrico es muy valioso, de ahí el esfuerzo en conseguir que un eléctrico sea eficiente en todos y cada uno de sus sistemas, no sólo en el consumo de su motor.

La mayoría de los vehículos eléctricos utilizan un calefactor eléctrico básico para calentar el habitáculo, como lo que muchas veces tenemos en casa, pero cada vez se está generalizando más el uso de la bomba de calor en los coches de baterías.

La bomba de calor de un coche eléctrico funciona como un refrigerador inverso: cuando el exterior se enfría, el interior se calienta. Es decir, extraer energía térmica del aire ambiente para calentar o enfriar el interior de nuestro coche, aunque esa energía también se puede emplear para refrigerar la batería y mantenerla en su rango de temperatura óptima, algo primordial para asegurar su perfecto rendimiento y unas recargas rápidas, sea cual sea el clima en el exterior.

CÓMO FUNCIONA LA BOMBA DE CALOR DE UN ELÉCTRICO

El sistema extrae el calor o el frío del aire exterior mediante un intercambiador de calor que transfiere la temperatura a un refrigerante que circula a través de un circuito. En un segundo paso, otro intercambiador transfiere el frío o el calor al aire, que se lleva al interior del habitáculo mediante un ventilador. Para aumentar aún más el rendimiento, también se aprovecha el calor residual de los motores eléctricos y de la electrónica de alta potencia embarcada en el propio coche.

Este menor consumo de energía tiene un efecto positivo en la autonomía ya que al necesitar menos electricidad para calentar el habitáculo, se puede dedicar más a recorrer un mayor número de kilómetros.

Para que la bomba de calor funcione de una manera más eficiente, es mejor que el coche no esté aparcado en el exterior con temperaturas extremas sin estar preclimatizado. Es decir, en invierno conviene que mientras se está recargando la climatización esté trabajando para mantener el habitáculo a una temperatura óptima. De no hacerlo así, al ponernos en marcha, el sistema de refrigeración tendrá que trabajar a marchas forzadas para calentar el habitáculo y su consumo será más elevado, mientras que, si la temperatura ya es adecuada durante la recarga, la bomba de calor ya sólo tendrá que mantener el confort climático del habitáculo durante la marcha.

Del mismo modo, si realizamos muchos trayectos cortos, la bomba de calor no tendrá tiempo de realizar su trabajo, por lo que su eficiencia no llegará a ser todo lo buena que deseamos.


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El ahorro que supone la bomba de calor en consumo y, por tanto, en autonomía, varía mucho entre las indicaciones de algunos fabricantes. Algunos de ellos aseguran que puede llegar al 30%, pero lo cierto es que en condiciones normales de uso este sistema de climatización puede suponer un ahorro energético del 10%, lo que puede añadir 40 km extra de autonomía a un coche que tenga homologados 400 km, algo nada despreciable.

Son varios los fabricantes que ya ofrecen la bomba de calor de serie en muchos de sus modelos, no en todos, pero cuando es un extra su precio está alrededor de los 1.250 euros.

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