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Qué son las "passive houses"

12 de abril 2022

3 min de lectura

Las bioviviendas son una realidad: edificaciones que optimizan el consumo de energía para ser casi totalmente eficientes y neutras en cuanto a emisiones contaminantes.
Qué son las passive houses

Según datos del Consejo Internacional de Investigación e Innovación en Edificación y Construcción, el sector de la construcción es responsable de entre un 12% y un 16% del consumo de agua mundial; un 30-40% del consumo energético y entre un 20% y un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde la arquitectura se está poniendo especial énfasis en contrarrestar estos nocivos efectos experimentando con nuevos modelos de edificación que vayan de la mano con el compromiso social y político hacia el medio ambiente.

Uno de esos modelos es el de las casas pasivas (o passive houses). Esta denominación hace referencia a un estándar de construcción planteado en la década de 1970 por el estadounidense Edward Mazria, y que define así viviendas que minimizan el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración aprovechando las condiciones climáticas y de asoleamiento de cada lugar. De este modo, consumen menos energía y son más respetuosas con el planeta.

Por esas fechas, el Departamento de Energía de Estados Unidos publicó un documento en el que dividía la geografía del país en 16 tipos climáticos y sugería medidas de diseño positivo destinadas a afrontar el acondicionamiento de edificios teniendo en cuenta factores naturales. En 1988, los profesores Bo Adamson, sueco, y Wolfgan Feist, alemán, introdujeron el concepto de passivhaus, que recogía patrones concretos en cuanto a aislamiento térmico, control de infiltraciones, calidad del aire interior y aprovechamiento de la energía del sol para una mejor climatización. Preveían un ahorro de energía del 70%. La primera construcción passivhaus se levantó en Darmstadt, Alemania, en 1990.

En España, el certificado Passivhaus se otorgó por vez primera a una vivienda en 2016, en Madrid. Nuestro país cuenta actualmente incluso con una residencia de ancianos construida bajo estas especificaciones: está en Camarzana de Tera (Zamora). Un grado por encima se sitúa el certificado Passivhouse Premium, que en España se estrenó en una vivienda ubicada en Soto del Real (Madrid): esta etiqueta se concede a viviendas con un consumo energético muy bajo y que son capaces de autoabastecerse por completo.

¿CÓMO LOGRAR UN EDIFICIO SOSTENIBLE?

¿CÓMO LOGRAR UN EDIFICIO SOSTENIBLE?

Para que una vivienda se considere 100% sostenible debe reunir varias características en cuanto a su diseño, ejecución y mantenimiento, "además de ser completamente autosuficiente en energía, agua y alimentos", explica Javier Guerri Vaquer, arquitecto especialista en Arquitectura Sostenible y Bioclimática. "Tienen que ser totalmente económicas y ecológicas, generando el mínimo impacto para su entorno y aprovechando al máximo los recursos naturales disponibles".

Estas bioviviendas responden a cinco principios básicos: aislamiento adecuado, prevención de fugas de aire, sin puentes térmicos, ventanas de altas prestaciones (herméticas y hasta con tres cristales); y sistema de ventilación controlada, imprescindible al ser hermética.

bioviviendas

¿Qué soluciones concretas pueden aplicarse para lograr esos objetivos? Como indica Javier Guerri, "el mayor ahorro de consumo energético viene desde el momento del diseño de la vivienda, que ha de ser bioclimático. Así como el ser humano se ha acostumbrado a los ciclos circadianos, en la vivienda se debe pretender lo mismo". El diseño bioclimático se aprovecha de las características y de la orientación del lugar: "Trata de aprovechar el mayor aporte solar en invierno (efecto invernadero y conductos) y evitar el máximo en verano (sombreando y mediante chimeneas solares)".

Asimismo, es importante también hacer uso de la inercia térmica (propiedad intensiva de los materiales relacionada con la conductividad térmica) y configurar la vivienda para que sus cerramientos se aprovechen del calor diario para calentar por la noche (en invierno) y del frescor nocturno para refrescar durante el día (en verano).

Si esto no fuera suficiente, también se pueden implementar sistemas de aerotermia o suministro de energía generada mediante el uso de renovables, tales como placas solares, tanto térmicas como fotovoltaicas, biomasa, geotermia, incluso eólica, teniendo en cuenta que cuanto más se descuide el diseño, mayor aporte externo se necesitará.

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