- Energia
Acumuladores de electricidad para casa: almacena el excedente
05 de diciembre 2024
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Ahorrar electricidad es una prioridad dentro de las economías domésticas, aunque, además, las autoridades nos instan a que avancemos hacia la eficiencia energética. Existen varias formas para alcanzar ambos objetivos, y una de las más interesantes y prácticas es la instalación de un acumulador de electricidad para casa.
En términos eléctricos, un acumulador es un dispositivo que recibe energía de una fuente, la almacena y la distribuye cuando es necesaria. Por lo general, la energía que reciben es la misma que distribuyen; es decir, que, si aceptan energía eléctrica, es esta la que van a repartir a los aparatos domésticos que funcionan con electricidad. Si bien hay algunos acumuladores que ejercen a su vez de conversores, transformando el tipo de energía en el proceso.
TIPOS DE ACUMULADOR DE ELETRICIDAD
Todos los aparatos eléctricos de un hogar pueden recibir energía de un acumulador. Por tanto, existen:
- Acumuladores térmicos para calefacción o radiadores eléctricos
- Acumuladores para agua caliente sanitaria: calentadores eléctricos de agua que la distribuyen a todos los grifos de la vivienda.
- Acumuladores fotovoltaicos: forman parte de los acumuladores conversores, puesto que recogen energía solar mediante placas fotovoltaicas y la guardan para que pueda hacerse uso de ella, como energía eléctrica, en el interior de la casa.
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En el caso de los acumuladores para calefacción, tienen la ventaja de que pueden programarse para que almacenen energía eléctrica en los horarios valle, más baratos, y la expulsen en dirección a los radiadores, de manera gradual, en cualquier momento del día, incluso en loshorarios punta, de precio más elevado. Así, por ejemplo, pueden cargarse por la noche, cuando la electricidad es más barata y no es necesario tener encendida la calefacción, y utilizar durante el día, sin realizar consumo alguno, la energía que han acumulado.
CÓMO FUNCIONA UN ACUMULADOR DE ELECTRICIDAD PARA CASA
A fin de cuentas, lo que el cliente hace gracias a los acumuladores eléctricos es gestionar la energía en su hogar de una forma inteligente y, por tanto, más eficiente y sostenible. Durante el proceso de carga, el acumulador puede ser el único dispositivo que consume energía; al contrario que si no disponemos de él y serán los demás dispositivos los que la consuman mientras están en funcionamiento. Una vez cargado, el acumulador dejará de consumir, y tampoco lo harán los aparatos eléctricos, que emitirán el calor previamente almacenado.
Cada acumulador, en función de sus características técnicas (su potencia o la temperatura escogida), necesita un tiempo concreto para cargarse de energía. Una vez almacenada, se estima que puede distribuirla durante ocho horas. Por lo que con el calor recogido durante el día podríamos tener la vivienda bien aclimatada en el tramo horario de más frío.
El funcionamiento de los acumuladores eléctricos es el siguiente. En su interior constan de resistencias eléctricas que se calientan conforme va entrando la electricidad. El calor de las resistencias pasa a un núcleo acumulador, formado por ladrillos refractarios: ahí es donde se almacena la energía. Mediante el proceso inverso, la energía se distribuye al exterior. Cuando están cargados, los acumuladores eléctricos funcionan como una batería, y pueden brindar electricidad a los equipos que precisan de ella.
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GESTIÓN DEL EXCEDENTE DE ELECTRICIDAD
El gran beneficio de los acumuladores eléctricos es que nos ayudan a hacer un consumo más eficiente mediante el almacenamiento del excedente. Es decir: aquella energía que se ha producido, pero no se ha consumido no se desperdicia, sino que queda acumulada para que pueda ser consumida posteriormente, cuando sea necesario. Esto repercute directamente en un ahorro en la factura de electricidad. Se calcula que este puede estar entre un 15% y un 30% en el gasto en calefacción, lo que compensaría el gasto inicial en los acumuladores.
Ahora bien: a la hora de comprar un acumulador eléctrico hay que elegir bien su potencia, para que almacene la energía adecuada (que no se quede corta ni se exceda) para aportar calor a toda la casa. Para ello, debes tener en cuenta la zona geográfica en la que está ubicada su residencia, el tipo de vivienda (casa unifamiliar, un piso en un núcleo urbano…), la superficie de la misma y el tipo de aislamiento.
Los acumuladores están fabricados para durar entre tres y cinco años (los de plomo) o entre cinco y 10 años (de iones de litio). Es fácil encontrarlos, a partir de 100 euros, en tiendas online o físicas especializadas en electrónica, ferreterías, grandes superficies, así como a través de los profesionales de Iberdrola.
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