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Zonas de Bajas Emisiones: los espacios protegidos de las ciudades

03 de julio 2024

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Las ciudades se blindan a la contaminación y las Zonas de Bajas Emisiones ponen coto a la circulación de los vehículos contaminantes en favor de los eléctricos.

Una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es un área geográfica definida dentro de las ciudades, en la que se restringe el acceso de los vehículos más contaminantes para preservar la calidad del aire. Esas restricciones pueden limitar la circulación a cierto tipo de vehículos, generalmente los más antiguos, o limitar a unas horas determinadas.  

Desde 2023 todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, los territorios insulares y las localidades de 20.000 habitantes que superen los límites en los niveles de contaminación, también deben establecer una Zona de Bajas Emisiones. En total, deberían ser 149 las ciudades con restricciones medioambientales, pero no todas han cumplido con la obligación de crear estas zonas de bajas emisiones.

Existen casos todavía más especiales, como en Madrid, con la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP), lo que antes se denominaba Madrid Central. En Madrid sólo pueden acceder a estas áreas los vehículos que aparquen en un parking público, ya que no pueden estacionar en la calle. Aparcar en superficie y circular por estas zonas especiales queda reservado exclusivamente a los coches con etiqueta ECO (dos horas máximo de aparcamiento en superficie) y 0, en este caso sin ningún tipo de restricciones.

¿QUÉ DEFINE EL ACCESO A LAS CIUDADES CON ZBE?

En ciudades como Madrid es obligatorio llevar visible la etiqueta medioambiental de la DGT que clasifica los coches en función de sus emisiones. En la mayoría de las ciudades con ZBE los vehículos afectados por restricciones son los A (Sin etiqueta), B y C, los que llevan motores de combustión. Los ECO tienen algunas limitaciones y los 0 (híbridos enchufables de gran autonomía y eléctricos 100%) quedan fuera de esas restricciones.


 

Si se viaja a otra ciudad con un vehículo de combustión, es importante conocer antes cuáles son las restricciones de estas zonas de bajas emisiones y saber si podemos acceder con nuestro coche. En el caso de contar con un eléctrico no hay restricciones de ningún tipo en ninguna de las ciudades españolas y en algunas, como en Madrid, el aparcamiento en superficie es gratuito, aunque eso no es así en otras localidades.

En 2024 ya han empezado las restricciones más severas para los vehículos sin etiqueta en Madrid y Barcelona. En Madrid los no residentes no pueden circular y en 2025 ni siquiera podrán hacerlo los vehículos empadronados en la capital.

En Barcelona los coches sin etiqueta tienen hasta 24 autorizaciones al año para poder acceder a la ZBE, con un pago de dos euros por cada uno de esos días que entren en la zona restringida. Deberán registrarse en la web del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) el día anterior al acceso. Tanto en Madrid como en Barcelona y otras ciudades hay excepciones, como los vehículos profesionales de transporte de personal y mercancías, los de personas con discapacidad, de servicios médicos, vehículos que transportan a personas con movilidad reducida o en situación de dependencia.

¿QUÉ PASA CON LAS ZBE EN OTROS PAÍSES?

Portugal es uno de los países a los que los españoles viajamos con más frecuencia en coche y aquí sólo hay que tener en cuenta las restricciones de Lisboa. La capital portuguesa cuenta con dos ZBE, llamadas ZER (Zona de Emissoes Reduzidas) una más exterior llamada ZER 2 en la que se prohíbe el acceso a coches anteriores a 1997, mientras que la más céntrica, denominada ZER prohíbe el acceso a los coches anteriores al año 2000. No hace falta adquirir una etiqueta para circular por Lisboa, tan sólo que nuestro coche cumpla con estas limitaciones de antigüedad y si es eléctrico no habrá ningún problema.


 

En Francia tienen dos tipos de zonas de bajas emisiones: las ZFE-m, zonas de movilidad de bajas emisiones; y las ZCR, zonas de circulación restringida. Para moverse por la mayoría de las grandes ciudades francesas hay que adquirir una de las etiquetas de clasificación de emisiones de nuestro coche, las llamadas Crit’Air, que son de seis tipos, desde la verde de los coches eléctricos y que no lleva número, hasta la número 5 más oscura para los coches más contaminantes. Se puede pedir por internet, te la mandan a casa y cuesta menos de cinco euros. No llevarla supone una multa de 68 euros.


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Alemania, Dinamarca, Bélgica y Austria, por ejemplo, tienen sistemas de etiquetas muy parecidos a las nuestras, pero si viajamos a estos países también tendremos que adquirir el distintivo correspondiente porque los españoles no son válidos.

Lo mejor antes de viajar fuera de España es consultar en la embajada o consulado correspondientes cuáles son las limitaciones de nuestro coche para poder acceder a esas zonas de bajas emisiones.

Y eso sí, si viajamos con un eléctrico no tendremos que preocuparnos de las limitaciones, sólo de adquirir la etiqueta correspondiente.

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