Robots de recarga, el futuro lo pone más fácil

Contar con un punto de recarga allí donde es difícil instalarlo o donde el coste de instalación es elevado ya no es un problema. El punto de recarga se desplazará hasta nuestro coche.

El sueño de no tener que buscar un poste de recarga y que sea la estación de carga la que busque nuestro coche parece que está cada vez más cerca. Los robots de recarga ya no son una mera especulación tecnológica y se está probando su utilidad real de funcionamiento con diferentes prototipos por todo el mundo. Básicamente, y de una forma muy resumida, son como grandes baterías con ruedas y conducción autónoma capaces de identificar nuestro vehículo, comunicarse con él y, mediante un brazo robótico, conectarse para realizar la carga de electricidad. Y todo ello sin que ni siquiera tengamos que estar presentes, solo supervisar el proceso a través de nuestro smartphone.

La mayoría de estos robots-cargadores ofrecen una potencia máxima de 50 kW, similar a la de la gran parte de los postes de recarga en corriente continua que podemos encontrar en nuestras calles y carreteras. Una potencia que resulta excelente para casi todos los vehículos actuales, muchos de los cuales ya admiten cargas más poderosas. La reducción de costes que supone disponer de una flota de robots-cargadores en un parking abierto o cerrado es un factor a tener en cuenta a la hora de crear una infraestructura de recarga en espacios públicos.

Ford, superar limitaciones

Las personas con alguna discapacidad motriz tienen serios problemas para repostar cualquier vehículo, ya sea de combustión o eléctrico. En el caso de las estaciones de recarga para eléctricos, donde no hay ningún tipo de personal de asistencia, estos problemas son más acentuados. Ford está probando en Alemania un prototipo de estación de recarga robotizada desarrollado junto con la Universidad de Dortmund. Este nuevo poste de carga se controla desde el smartphone y permitirá a los conductores con discapacidad o alguna limitación motriz permanecer en el coche mientras se realiza carga, aunque también podrían abandonarlo mientras el robot se encarga de todo el trabajo.

Volkswagen, pioneros

La marca alemana, a través de su división Volkswagen Group Components, ya empezó a investigar la posibilidad de los robots cargadores hace unos años. En este caso se trata de dos componentes, un robot inteligente y una batería. El robot recoge la batería y la remolca hasta el vehículo que hay que recargar, conectándose con él a través de un brazo robótico. Cuando el proceso ha terminado el robot devuelve la batería a su emplazamiento para que vuelva a cargarse de cara a estar lista para el siguiente coche que necesite electricidad.

Aiways confia en Carl

Así es como ha bautizado la marca china de vehículos eléctricos con sede en Shanghi a su cargador robotizado. Está pensado para potencias de carga de 30 y 60 kW. Este compacto cargador móvil tiene un total de siete patentes en Europa y China. Su funcionamiento es totalmente autónomo y no necesita intervención del conductor, ya que Carl se conecta mediante su brazo articulado con el vehículo. Una vez finalizada la recarga regresa a la estación base para volver a cargarse.

Ziggy te reserva la plaza

Esta propuesta añade una funcionalidad muy interesante, ya que cuando hacemos la reserva de una recarga mediante la aplicación, se nos adjudica un número de robot y una plaza de parking. Es el propio cargador robotizado el que se desplaza hasta el espacio que se nos ha adjudicado para bloquear la plaza y evitar que la ocupen. Cuando llegamos se aparta y una vez aparcado nuestro coche podemos empezar el proceso de recarga, aunque en este caso tendremos que enchufar nosotros mismos el conector, ya que no cuenta con un brazo robotizado como en los modelos anteriores.

Envision Mochi, el más grande

A pesar de su generoso tamaño en comparación con los otros modelos que mostramos en este artículo, el robot desarrollado por la firma tecnológica asiática Envision Group tiene una capacidad total de 70 kWh y la potencia máxima a la que puede recargar es de 42 kWh. Su brazo robotizado se conecta con el puerto de recarga del vehículo de forma autónoma y según la compañía el propio robot analiza el "estado de salud" de la batería del coche para realizar la recarga más conveniente.