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Frenada regenerativa: cómo funciona

14 de agosto 2024

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Seguro que, si a muchos conductores de vehículos eléctricos les decimos que sus coches son capaces de generar su propia electricidad, y que ellos mismos pueden controlar esa creación de energía, se sorprenderían. Pero así es y todos los eléctricos cuentan con un sistema llamado frenada regenerativa, que convierte la energía cinética en electricidad para sus baterías en el momento de la frenada.

En un coche de combustión durante las frenadas se desperdicia mucha energía cinética en forma de calor que no se aprovecha, que desgasta las pastillas y que, además, libera partículas de las pastillas freno al ambiente, que también son muy contaminantes. Es ese antiestético polvillo negro que se acumula en las llantas y que es tan difícil de limpiar.

CÓMO FUNCIONA LA FRENADA REGENERATIVA DEL ELÉCTRICO

El conductor no tiene que hacer nada y entra en funcionamiento cuando levantamos el pie del acelerador, bajamos una pendiente o frenamos. En ese momento, el motor eléctrico deja de mover las ruedas y se convierte en un generador de electricidad, como las dinamos de las bicicletas que van acopladas a las ruedas. Se produce un efecto de frenado del coche que, con un poco de práctica, puede eliminar casi por completo el uso del pedal del freno y, por consiguiente, el desgaste de las pastillas de freno y la liberación de partículas producidas por ese desgaste.


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La cantidad de energía que recupera este sistema depende de muchos factores y son muy diferentes en cada coche. En primer lugar, la potencia de frenado del propio motor eléctrico, que en algunos casos es fija y en otros se puede regular en diferentes niveles por el conductor. La velocidad de marcha también es importante porque la recuperación de energía es mayor a bajas velocidades que si, por ejemplo, soltamos el pedal de acelerador en una autopista. El nivel de carga de la batería también influye, ya que si está totalmente cargada no habrá regeneración en la frenada, sino que la mayor parte del trabajo de retención recaerá en el sistema de frenos tradicional.

Muchos eléctricos cuentan ya con el sistema e-pedal que se puede regular por parte del conductor para utilizar sólo el acelerador, sin pisar el freno. Se trata de ajustar el nivel de frenado regenerativo, es decir, la fuerza de retención del motor eléctrico, en diferentes niveles, con lo que podemos dejar de usar el freno. Para conseguirlo es necesaria algo de práctica, pues al principio nos quedaremos cortos y tendremos que volver a pisar el acelerador para llegar al punto en el que nos queríamos detener.

Algunos modelos tienen una posición del cambio con una B de brake (freno) que incrementa la retención del motor eléctrico y en otros vehículos se puede regular con las levas situadas detrás del volante o mediante los programas de conducción.


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CUÁNTA ELECTRICIDAD SE PUEDE GENERAR

Es difícil determinar cuánta electricidad se puede generar en las frenadas ya que, como hemos dicho, depende de muchos factores. La estimación media es que, en un coche con un motor de 100 kW, unos 136 CV, se pueden generar unos 0,03 kWh por segundo de frenada regenerativa.

Así puede parecer poco, pero en ese mismo eléctrico, con una batería de entre 50 y 60 kWh, cuya autonomía oficial homologada esté entre los 300 y los 400 km, aprovechando bien los beneficios de la frenada regenerativa se puede incrementar la autonomía en unos 50 km.

En ciudad es donde mejor se observan estos beneficios y donde hay más posibilidades de aprovechar al máximo este sistema. Incluso habrá recorridos urbanos en los que lleguemos a nuestro destino y la autonomía no haya descendido, cuando se den las condiciones favorables y hayamos sacado el máximo partido del frenado regenerativo.

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