Según La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada vez más personas prefieren los calendatores eléctricos en lugar de los calentadores de gas de toda la vida como forma de obtener agua caliente para sus viviendas.

Los termos o calentadores eléctricos se diferencian de los de gas en que el agua no se calienta instantáneamente al pasar por el aparato: se calienta a través de una resistencia eléctrica interior y acumula el agua en un depósito hasta el momento de su consumo. Te explicamos en qué debes fijarte a la hora de escoger un calentador eléctrico.

Lo primero que debes revisar es la capacidad del termo. Es importante que tenga suficiente capacidad para cubrir las necesidades de todos los que viven en la casa. "El consumo medio de agua caliente en un hogar suele ser de 30 litros en duchas, cinco litros por persona en fregar los platos y otros cinco litros por persona en el uso del baño", aseguran desde la OCU. Por ejemplo, si en la vivienda viven tres personas serán necesarios 100 litros y si son cinco personas necesitarás en promedio 200 litros.

Lo segundo que debes tener en cuenta a la hora de escoger un calentador eléctrico es la resistencia eléctrica. Los termos eléctricos pueden llevar de dos clases. La blindada, que va sumergida directamente en el agua, por lo que la transmisión de calor es directa y más rápida y está recomendado para zonas con agua blanda. Y la envainada: este tipo de resistencia va alojada en un cilindro y no está en contacto directo con el agua. Se desgasta menos y es más fácil de cambiar, aunque el agua tarda más en calentarse. Son más aconsejables para las áreas con agua dura.

La dureza del agua es un factor importante a tener en cuenta puesto que puede afectar al termo eléctrico. El magnesio y el calcio están presentes en el agua en diferentes porcentajes en función de la zona del país. Por ejemplo, en ciudades como Barcelona o Alicante el agua tiene mayor dureza. La cal se puede llegar a acumular en el termo en estas ciudades por lo que es mejor comprar un aparato que tenga un sistema antical.

Además, debes fijarte en la potencia. Esto determinará la velocidad a la que se calentará el agua. Cuanta más potencia tenga, más rápido se calentará el agua. Esto dato lo puedes sacar fijándote en la etiqueta de eficiencia que tenga el calentador.

Desde el 2017, los fabricantes de estos termos están obligados a incluir estas etiquetas., cuya clasificación va de la A +++ (mayor eficiencia) hasta la G (menor eficiencia).

La etiqueta energética también indica el consumo del termo por año. No obstante, es solo una estimación de uso. Así que los expertos recomiendan que se utilice este dato para hacer comparaciones entre termos eléctricos a la hora de elegir uno y no para saber cuál será tu gasto anual.

TIPOS Y DISEÑO

Los calentadores eléctricos pueden ser verticales, horizontales o reversibles (admiten ambas posiciones). La elección del diseño viene determinada por el espacio que se le dejará en la vivienda.

Es importante que el termo eléctrico se instale dentro de la vivienda para evitar que se enfríe el agua que contiene el termo. Y se recomienda colocarlo lo más cerca posible del lugar donde se va a usar para no perder calor. Solo necesitan estar conectados a la red de agua y enchufados a una toma de corriente.

Existen dos tipos de termos:

- Termo de temperatura fija: Este tipo de aparatos calienta el agua siempre a la misma temperatura, sin la posibilidad de regularla.

- Termo de temperatura regulable: Son equipos más caros que los anteriores porque permiten indicar, dentro de un rango, la temperatura a la que se desea calentar el agua.

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