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¿En qué consiste el impuesto sobre hidrocarburos?
14 of January 2021
3 min de lectura
Los hidrocarburos son un compuesto orgánico formado por la unión de átomos de hidrógeno y carbono. Están presentes en formato líquido, sólido y/o gaseoso y su aplicación tiene lugar especialmente a nivel industrial. El impuesto sobre hidrocarburos es uno de los tributos existentes en España sobre los carburantes.
Los hidrocarburos se utilizan fundamentalmente como recurso energético en forma de combustible. Pero además, también pueden emplearse como materia prima para la fabricación de plásticos, tintas, gomas, fibras sintéticas, etc. o para obtener productos como el asfalto, las grasas para motores, lubricantes, etc.
Qué es el impuesto sobre hidrocarburos
El impuesto sobre hidrocarburos es un impuesto indirecto y extrafiscal que recae sobre el consumo de hidrocarburos. De titularidad estatal, es un impuesto que grava todos aquellos productos en los que haya un consumo de combustible y/o carburante. El uso de este impuesto se regularizó con la Ley 38 de 1992 y también a través del Real Decreto 1165 de 1995.
Están considerados en la actualidad hidrocarburos la gasolina con o sin plomo, los demás aceites ligeros, el queroseno, los demás aceites medios, el gasóleo, el fuelóleo, el gas licuado de petróleo (GLP), el gas natural, el bioetanol, el biometanol, el biodiésel, los biocarburantes y biocombustibles. Quedan excluidos de tal categoría los carburantes y combustibles como el carbón, el lignito y la turba.
El impuesto de hidrocarburos no solo tiene un afán recaudatorio. El objetivo y la implantación del mismo persigue desde un principio la protección del medio ambiente y la reducción de la dependencia energética. Un impuesto con el que se puedan regular las emisiones que se provocan a partir del uso de los carburantes por parte de individuos particulares y empresas.
Es por esta razón por lo que, en la actualidad, quedan eximidos del pago de este impuesto todos aquellos que empleen biocombustibles y biocarburantes. De hecho, son compuestos que ofrecen un menor impacto sobre el medio ambiente.
¿Cómo se realiza el cobro del impuesto sobre hidrocarburos?
El impuesto sobre hidrocarburos es un impuesto de titularidad estatal. Por tanto, del cobro del mismo se encarga la Agencia Tributaria. La cantidad que se fija para ello se mide en litros (más concretamente en 1.000 litros). Un importe que, por cierto, es distinto en función del combustible.
La tabla de impuestos y gravámenes quedaría del siguiente modo:
- Gasolina sin plomo de 97 octanos: Hacienda se queda con 431,92 euros por cada 1.000 litros o 0,432 euros por litro.
- Gasolina con plomo: Hacienda se queda con 433,79 euros por cada 1.000 litros.
- Demás gasolinas sin plomo: Hacienda se queda con 400,69 euros por cada 1.000 litros o 0,401 euros por litro.
- Gasóleo de automoción: Hacienda se queda con 307 euros por cada 1.000 litros o 0,307 euros por litro.
- Gasóleo como carburantes: hay que pagar 78,71 euros por cada 1.000 litros.
- Fuelóleos: 14 euros por cada 1.000 litros.
- Gasóleo de uso agrícola o pesquero: exento de carga fiscal.
- Biodiésel como carburante: 307 euros por cada 1.000 litros.
- Otros usos de biodiésel: 78,71 euros por cada 1.000 litros.
El impuesto sobre hidrocarburos es una de las partes principales de las que se compone el precio del carburante actual. A esta hay que añadirle también el coste en sí del combustible y el 21% de IVA. El cobro de este impuesto se exige en todo el territorio español, a excepción de Canarias, Ceuta y Melilla.
El impuesto sobre hidrocarburos en el gas natural
Si utilizas gas natural en casa o en la empresa, en tu factura hay un espacio dedicado específicamente para detallar el importe que debes pagar por el impuesto sobre hidrocarburos. De hecho, cualquier factura del gas está compuesta por un término fijo, un término variable, el precio del alquiler del contador de gas, el IVA y el impuesto especial sobre hidrocarburos.
El impuesto sobre hidrocarburos del gas natural surge en el año 2013. Un impuesto que hay que pagar ya que el gas natural emite y genera dióxido de carbono hacia la atmósfera. Por tanto, la finalidad de este impuesto es tratar de reducir las emisiones de CO2 y regular el consumo de gas natural entre las personas.
El impuesto sobre hidrocarburos del gas natural se calcula en la actualidad aplicando 0,00234 euros a cada kWh consumido. Por ejemplo, si en tu factura del gas has consumido 1.000 kWh, tendrás que pagar 2,34 euros en concepto de impuesto sobre hidrocarburos.
Por tanto, se puede decir que lo que pagas por este tipo de impuesto no es una cantidad fija. Cuantas más medidas de ahorro energético promuevas en casa o en la empresa, se reflejará en tu factura y en el importe del impuesto sobre hidrocarburos.
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El aumento de la fiscalidad en los carburantes
Desde el 1 de enero del 2019, asistimos a un aumento de la fiscalidad en materia de carburantes. Una subida de impuestos que se hizo más notoria en Madrid, La Rioja, País Vasco, Navarra, Extremadura, Asturias, Cantabria, Castilla y León y Aragón. El tipo estatal especial pasó de los 4,8 céntimos por litro a los 7,2 céntimos.
En estas regiones, el precio del carburante aumentó en 2,6 euros por cada repostaje. Con estos números, la gasolina de 95 octanos quedó con una fiscalidad de 47,27 céntimos por litros, mientras que el gasóleo quedó en 37,9 céntimos.
Hasta el 2019, se aplicaba un gravamen por cada Comunidad Autónoma. Sin embargo, a partir de ese año, solo hay un gravamen general y otro de tipo específico.
A pesar de todo esto, España es uno de los países europeos en donde el impuesto sobre hidrocarburos es más bajo.
El impuesto sobre hidrocarburos es un impuesto estatal que se grava sobre combustibles y carburantes. La gasolina y el gas natural son, quizás, los elementos que más atañen a las personas y empresas. El pago de este impuesto es obligatorio y su cuantía se fija en función del tipo de combustible.