Allá por 2006, y en el marco de una directiva promulgada para "mejorar la eficiencia del uso final de la energía, gestionar la demanda energética y fomentar la producción de energía renovable", el Parlamento Europeo definió la empresa de servicios energéticos (ESE) como una persona física o jurídica que proporciona este tipo de servicios energéticos "o de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones o locales de un usuario y afronta cierto grado de riesgo económico al hacerlo. El pago de los servicios prestados se basará (en parte o totalmente) en la obtención de mejoras de la eficiencia energética y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos".

En 2010, el gobierno de España, en un Real decreto-ley, incluyó entre las prestaciones de las ESE "la realización de inversiones inmateriales, de obras o de suministros necesarios para optimizar la calidad y la reducción de los costes energéticos". Dicho servicio, añadía, "deberá prestarse basándose en un contrato que deberá llevar asociado un ahorro de energía verificable, medible o estimable".

Por otro lado, y más recientemente, las autoridades han adoptado medidas encaminadas a un uso más eficiente de la energía en edificios administrativos. De lo que se deduce que las ESE desempeñan en la actualidad un papel fundamental para racionalizar el empleo de energía en entidades públicas tales como ayuntamientos.

Dicho de otro modo: cuando una empresa se plantea controlar el consumo eléctrico de su sede, o un ayuntamiento el alumbrado de las calles o regular la temperatura de sus dependencias, puede contar con una de estas empresas especializadas en la tarea. Con una particularidad: la inversión se costea a través del ahorro que se genera, lo que garantiza la eficiencia energética.

QUÉ HACE LA EMPRESA DE SERVICIO ENERGÉTICO

Existen tres tipos de proveedores de servicios energéticos, según la Norma UNE 216701:2018: de auditoría y consultoría; de explotación; y de inversión. Estos últimos comprenden aquellas empresas cuyos servicios incluyen la inversión en obras, suministros o inmateriales, el pago de los cuales queda vinculado al ahorro conseguido. Las empresas que cumplen con determinados requisitos (acreditar una cualificación técnica adecuada o contar con medios técnicos apropiados, entre otros), pueden inscribirse en el Listado de Proveedores de Servicios Energéticos al que los clientes deben dirigirse para contratarlas.

La ESE ofrece un servicio multiprestacional amparado bajo diferentes modelos económicos; el más extendido en España es el impulsado por el idea, conocido como las 5Ps, ahora extendido a seis para dar cabida las inversiones del PRTR.

P1: Gestión energética

Hace referencia a la ejecución de las técnicas de gestión energética y explotación necesarias para el correcto funcionamiento de las instalaciones objeto del contrato y la optimización de los consumos energéticos, incluida la gestión del suministro energético junto con los costes de la energía demandada, la conducción y vigilancia de la instalación y el seguimiento de su funcionamiento. Incluye la puesta en marcha de un plan de medida y verificación para la comprobación de los ahorros energéticos y la determinación de los excesos/defectos por ajustes.

P2: Mantenimiento

La ejecución de las tareas de operación y mantenimiento destinadas a lograr el perfecto funcionamiento y rendimiento de las instalaciones y todos sus componentes.

P3: Garantía total

La reparación o reposición de todos los elementos deteriorados en las instalaciones.

P4: Obras de mejora y renovación de las instalaciones del edificio

Las cuales serán financiadas por el adjudicatario (la ESE), que recuperará el importe de la inversión mediante los ahorros en consumo energético conseguidos dentro del periodo de vigencia del contrato. Siempre bajo criterios de eficiencia mediante la incorporación de equipos e instalaciones, que fomenten el ahorro de energía y la eficiencia energética.

Estas instalaciones serán estudiadas, propuestas, ejecutadas y financiadas por el adjudicatario, mediante los ahorros o venta de energía, conseguidos dentro del periodo de vigencia del contrato, y no tendrán repercusión económica sobre el presupuesto de este contrato.

P5: Inversiones en energías renovables

La realización y financiación de instalaciones para la utilización de energías renovables que no hayan sido contempladas en las actuaciones de la prestación P4.

P6: Inversiones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

Para la mejora y renovación de otras instalaciones que sean consumidoras de energía o que afecten a la rehabilitación del edificio.

En resumen, y como señala la OCU, una ESE "se encarga de la gestión integral de las instalaciones de energía. Es decir, asume el desembolso inicial de los equipos y su instalación, que cobrará al cliente poco a poco en mensualidades. Eso sí, el pago de estos servicios está condicionado a la obtención de algún ahorro por introducir mejoras de eficiencia energética, ya que con dichos ahorros se paga el servicio obtenido".

BENEFICIOS DE LAS EMPRESAS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS

Entre las ventajas de las ESE destaca la disminución de riesgos y de costes ante imprevistos, que al vencimiento del contrato la inversión queda amortizada y la comodidad del usuario, porque la empresa de servicios energéticos es la principal interesada en que la instalación funcione siempre bien, "pues si el cliente se queda sin calefacción, [la ESE] no podría cobrar por consumo alguno", añade la OCU.

ANESE, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos de España, apunta también como beneficios el hecho de que la ESE se encarga de todas las obras, lo que simplifica las gestiones del cliente; que el proyecto se financia con los ahorros conseguidos; y que dichos ahorros son siempre superiores a los que se obtendrían si el cliente implantase las soluciones de forma aislada.

EL AHORRO EN CIFRAS

Actualmente, el consumo energético total de los edificios de la Administración General del Estado (AGE) en España asciende a 1.012 millones de kWh, de los cuales 635 millones de kWh corresponden a electricidad, casi 180 millones de kWh a gas natural y más de 185 millones de kWh a gasóleo. Según un estudio publicado por IDAE, el consumo estimado en alumbrado público de los municipios españoles asciende a 5.296 millones de Kwh al año.

Como afirma Francisco Javier Sigüenza, secretario general de AMI (otra asociación que agrupa a estas empresas) en un artículo publicado en diciembre de 2022, "es posible alcanzar, mediante contratos de servicios energéticos, los ahorros previstos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), esto es el 39,5 % del consumo energético". Lo que en términos económicos se traduce en un ahorro de 1.150 millones de euros al año.

De modo que, mediante esta fórmula, todos ganan: las ESE obteniendo beneficios económicos por aquello que mejor saben hacer; las administraciones, que no tienen que destinar partidas presupuestarias a estas transformaciones, obtienen un considerable ahorro energético que perdurará en el tiempo una vez finalizada la intervención de las empresas; y el medio ambiente, que se libra de la emisión de grandes cantidades de gases contaminantes derivados de un uso ineficiente de la energía.