Thomas Edison escribió a Henry Ford su admiración de la capacidad infinita del sol y la energí solar y su inmenso poder para transformar el devenir de la humanidad: "¡Qué magnífica fuente de energía! Ojalá no tengamos que esperar a que se agoten el petróleo y el carbón para aprovecharla". Era el año 1931 y el mundo no soñaba ni de lejos con el colapso climático. El planeta parecía entonces una generosa barra libre de la que podía extraerse todo cuanto quisiéramos. Hoy, 90 años y una pandemia mundial más tarde. Quizá sea la hora de cambiar los hábitos de una vez por todas y abrazar el cambio. Porque, si algo distingue al ser humano, es su capacidad creativa de inventar mundos y solucionar problemas, por complejos que estos sean.

Salgamos ahí afuera. En el cielo luce un sol de barra libre. Ese sol que celebramos el 21 de junio, el Día Mundial del Sol. Hace tiempo que sabemos (Edison lo sabía), que la humanidad puede vivir (y vivir muy bien) sin necesidad de comprometer la salud del planeta y de nosotros mismos. Basta cerrar los ojos para sentir esa danza cósmica de energía que llega a nosotros después de perforar el espacio durante ocho minutos y 19 segundos. Esa caricia de luz y energía es capaz de cubrir todas nuestras necesidades energéticas. Y es que invita el sol. ¡Invita el sol! En sus sucesivas y retorcidas explosiones de hidrógeno y helio se genera mucha más energía de la que la humanidad necesita. Podemos tener toda la energía del sol pero a la mayoría nos falta entender la letra pequeña y armarnos con la tecnología básica. De hecho, ya vivimos del sol. El sol alimenta los árboles y la vida en la Tierra. Sin él no hay posibilidad. Lo que ahora sucede es que hemos aprendido a obtener toda la energía eléctrica que necesitamos de sus generosos rayos.

Una nueva era solar

España ha puesto fin a su paradoja solar. Somos el país europeo con mayor irradiación solar y potencial fotovoltaico que menos aprovechaba esta energía limpia. Ahora, instalar unos paneles fotovoltaicos en nuestro tejado es más sencillo que nunca. En aquellos momentos en los que nuestra instalación solar no sea capaz de generar la energía que necesitamos, las opciones que se abren ahora son infinitas. Quien tiene un tejado está de enhorabuena (ya sea casa unifamiliar o un bloque de viviendas). Precisamente, la nueva estructura de tarifas eléctricas que entró en vigor este mes de junio pretende incentivar un uso eficiente de electricidad, así como facilitar la introducción del coche eléctrico y el autoconsumo solar.

El futuro pasa necesariamente a través de una célula fotovoltaica. Con las nuevas tarifas, el precio de la luz varía dependiendo de la hora en que se consume. Los precios se dividen en tres franjas horarias: horas punta, horas llanas y horas valle. En las horas punta, que son las comprendidas entre las 10 y 14h y de 18 a 20h, la potencia y la energía resultan más caras. Las horas llanas son las horas con un precio moderado y van desde las 8 de la mañana a las diez, por la tarde de 14h a 18h y por la noche de 22h a 00h. Las horas restantes son las horas valle, aquellas en que la electricidad resulta más barata. Basta una ojeada a esta discriminación horaria para entender que las horas más caras para los consumidores eléctricos son aquellas en las que luce el sol con más intensidad y, por tanto, el autoconsumo fotovoltaico se verá altamente favorecido por estas tarifas. Ahora, más que nunca, debemos mirar al sol. Ya no sólo por ecología. También por ahorro.

Hágase la luz

Para la mayoría, esta tarea de convertir nuestro tejado en una granja solar parece una tarea imposible. Por fortuna, desde Iberdrola nos encargamos de la instalación de placas y de todos los trámites. Así sólo tendremos que preocuparnos en producir energía limpia desde nuestro tejado y ahorrar en nuestra factura de la luz. Su plan Smart Solar propone generar energía eléctrica de manera gratuita en nuestra vivienda y con ello ahorrar entre un 30% y un 70% en nuestra factura de la luz. Para ello no hay que desconectarse del sistema y cruzar los dedos para que no haya días nublados, sino que la red nos suministra lo que necesitemos mientras nuestro tejado produce energía. Energía que no perdemos, ya que la energía que no utilices se vierte a la red. Excedentes que en Iberdrola valoramos a un precio fijo por encima de los precios de referencia de mercado, incrementando el ahorro en la factura.

Un sistema sin permanencia que reduce las emisiones y que promociona precisamente las horas centrales del día, entre las 17h y las 10h. El Plan Solar parte de un estudio detallado que Iberdrola realiza gratuitamente después de localizar tu tejado online, calculando cuántas placas necesitarías para tus necesidades eléctricas y cuánto sería el ahorro anual. El plan ofrece dos soluciones para amortizar la inversión en placas con opción de financiar el pago hasta 10 años. Una vez confirmada la propuesta y firmado el contrato, Iberdrola nos encargamos de obtener la licencia de obra, montar la instalación en menos de cuatro días y legalizarla. Más fácil imposible. Ahí afuera nos espera el sol. Con las placas solares en el tejado, lo miraremos de otro modo. Aprenderemos su elipsis en nuestro tejado a lo largo del año, su energía en nosotros. Redescubriremos el sol y seremos parte del cambio.