Optimizando los sistemas de iluminación, se consigue un importante ahorro
energético

En todas las aplicaciones de la energía, incluida la iluminación, el ahorro energético depende de dos factores: la tecnología empleada y los hábitos de uso.

En el caso de la iluminación, cuanto mayor sea su tamaño y el número de usuarios, más difícil resulta conseguir, manualmente, un aprovechamiento adecuado de la energía.

Los sistemas de gestión integrada permiten:

  • Optimizar los horarios de funcionamiento.
  • Adecuar el nivel de iluminación a la actividad que se desarrolle en cada momento.
  • Mejorar la explotación y mantenimiento de la instalación, ya que permite detectar, en todo momento, el estado de funcionamiento de los componentes.
  • Alargar la vida de las instalaciones.
  • Ofrecer información en tiempo real.

Los sistemas de gestión están indicados para todo tipo de instalaciones de iluminación. Hay que tener en cuenta que la luz no solo tiene un objetivo funcional, sino que también estimula nuestra mejor disposición y confort si se utiliza adecuadamente. Así, en establecimientos comerciales, la luz dinámica, con cambios de tonalidad y de nivel de iluminación, contribuye a incrementar las ventas.

En el caso del alumbrado público, donde los puntos de luz se sitúan tan dispersos y su supervisión y control son sumamente laboriosos, los sistemas de gestión integrada permiten:

  • Mejorar la calidad del servicio.
  • Evitar derroches de energía, al impedir encendidos diurnos, y adecuar el nivel de iluminación al tránsito de personas y vehículos.
  • Reducir los costes de mantenimiento correctivo, al evitar desplazamientos innecesarios.
  • Facilitar la relación entre los responsables municipales y quienes gestionan las instalaciones de alumbrado público.

En Iberdrola ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de estudiar su caso concreto y proponerles la solución más adecuada, ya sea para alumbrado público, iluminación de locales comerciales o de interior de edificios.

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