Aunque el mantenimiento de un eléctrico es más barato y más sencillo que el de un vehículo térmico, hay ciertos aspectos que, de momento, son exactamente iguales porque no existe una normativa que diferencie unos y otros. Uno de esos casos es la Inspección Técnica de Vehículos, la ITV.

Los vehículos eléctricos tienen que pasar este examen técnico igual que cualquier otro automóvil lo hace hasta ahora. La primera ITV deberán pasarla a los cuatro años de su primera matriculación. A partir de ese momento, será cada dos años hasta cumplir 10 y desde entonces será anual. La ITV se realiza en las mismas instalaciones que cualquier otro vehículo y no hay que preocuparse en buscar centros especializados para pasar la inspección de un vehículo eléctrico.

Hasta ahora, en la inspección de un eléctrico se analizan los mismos puntos que en un vehículo de combustión: documentación en regla (permiso de circulación y tarjeta ITV), estado exterior e interior, sistema eCall (si lo tuviera), cinturones de seguridad, luces, frenos, dirección, neumáticos y suspensiones.

Eso sí, en la ITV de un eléctrico no es necesario revisar aspectos como las emisiones de gases o el nivel de sonoridad del escape por lo que también se tarda menos en realizar la inspección.

Pero esta situación puede cambiar en los próximos años ya que en el último congreso de AEC-ITV (Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos), celebrado en octubre de 2023, se ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar un procedimiento de inspección específico para los vehículos eléctricos.

En esa nueva ITV específica se deberían revisar aspectos como el correcto funcionamiento de las baterías, además de una comprobación que tenga en cuenta todo el ciclo de vida útil del coche eléctrico y para la cual sería necesaria una capacitación especial del personal de las estaciones.

También se ha pedido una ITV para los vehículos de movilidad personal que cada vez son más numerosos en las ciudades.

En el caso de los híbridos enchufables no hay diferencia con un coche térmico y el único aspecto a tener en cuenta es que al contar con un motor de combustión y uno eléctrico de bastante potencia con una batería de una capacidad aceptable, cuando se ponen al ralentí para poder pasar la inspección deja de funcionar el motor térmico y funciona todo el sistema eléctrico. Esto exige unos protocolos que son diferentes en cada marca para poder pasar la ITV y que están contemplados en el manual del coche o incluso los operarios de la estación técnica ya conocen.

¿CUÁNTO CUESTA LA ITV DE UN ELÉCTRICO?

Aquí tampoco hay diferencias y el precio es similar al de un vehículo de gasolina (los diésel tienen un coste ligeramente más alto) aunque dependerá de cada ITV donde tienen capacidad de ofrecer descuentos.

El precio de la ITV depende mucho de la Comunidad Autónoma en la que se realice y de la propia estación donde se lleve el coche y está alrededor de los 40 euros. En algunas ITV la inspección de un eléctrico cuesta unos dos euros menos, pero por lo general el precio es el mismo que el de un gasolina.

Hay que recordar que sea cual sea nuestro tipo de coche, circular con la ITV caducada, con un informe desfavorable o con la inspección negativa supone una multa de 200 euros en los dos primeros casos y de 500 euros en el tercero. Y lo más importante, si circulas con la ITV caducada o con alguna incidencia y tienes un accidente, es muy posible que tu compañía de seguros se niegue a hacerse cargo de las coberturas por el siniestro con lo que las consecuencias penales y económicas pueden ser muy graves.

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ITV DE MOTOS Y CICLOMOTORES ELÉCTRICOS

En el caso de las motos eléctricas, ocurre lo mismo que con los coches, la primera inspección se realiza a los cuatro años y a partir de ese momento y hasta cumplir los 10 primeros años se debe hacer cada dos.

Los ciclomotores eléctricos deben pasar la primera inspección a los tres años de su matriculación y luego cada dos años.

Si las tarifas son muy variadas en el caso de los coches, en las motos lo son todavía más y en algunas Comunidades Autónomas también son diferentes para motos y ciclomotores. Los precios oscilan entre los 20 y los 45 euros por lo que mejor informarse y buscar una estación que ofrezca un buen precio.