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¿Qué garantía tiene la batería de un coche eléctrico?

25 de enero 2022

3 min de lectura

La batería es el componente más caro de un vehículo eléctrico. Como ocurre con nuestros smartphones, su capacidad se puede reducir con el uso y aquí entran en juego las garantías de los fabricantes.
¿Qué garantía tiene la batería de un coche eléctrico?

Un vehículo eléctrico tiene, de media, un 60% menos componentes que un coche de combustión, por lo que su mantenimiento y posibles reparaciones son también más baratos. Pero al igual que sucede con los vehículos térmicos, hay componentes caros, como el caso de la batería. Según diferentes estudios, en 2015 la batería suponía de media el 57% del precio de un vehículo eléctrico, un precio que se redujo al 33% solo tres años después y que se espera que llegue al 20% en 2025, haciendo cada vez más asequibles los coches de emisiones cero.

Y aquí entran en juego las garantías que ofrecen los fabricantes ya que, por un lado, tenemos la garantía general del vehículo, que desde enero de 2022 es por ley de tres años y no de dos; y, por otro, la de las baterías.

Prácticamente, la totalidad de las marcas garantizan durante ocho años o 160.000 kilómetros el 70% de capacidad de la batería de sus eléctricos, pero hay algunas excepciones. Dentro del periodo de los ocho años Smart cubre un máximo de 100.000 kilómetros, Dacia 120.000 y MG 150.000 kilómetros. Kia ofrece siete años o 150.000 kilómetros, tanto para la batería como para el resto del coche.

Garantías batería eléctrica

La famosa garantía de kilometraje ilimitado para los Tesla S y X, ha desaparecido y ahora se ha reducido a 240.000 kilómetros. Pero en el lado opuesto tenemos el caso de Lexus que para su primer eléctrico 100%, el UX 300e asegura el 70% de la capacidad de su batería con una garantía de nada menos que diez años o un millón de kilómetros.

En California, un estado que siempre ha ido por delante con una estricta normativa medioambiental para la difusión de la movilidad eléctrica, se estudia la implantación de una ley que obligue a ofrecer una garantía de 15 años o 240.000 kilómetros (150.000 millas) para el 80% de capacidad de la batería en todos los vehículos eléctricos que se vendan a partir de 2026, algo que también se está estudiando en Europa, Japón y China. Una garantía de este tipo supondría un importante motivo de confianza para los posibles clientes que todavía no piensan en el vehículo eléctrico.

¿Qué cubre la garantía de una batería?

La batería de un vehículo eléctrico es un elemento bastante complejo, formado por módulos o celdas, encerrados en un bloque completamente estanco y con un sofisticado sistema de refrigeración para mantener su temperatura en un rango determinado que permita su funcionamiento siempre en condiciones óptimas. De media, se cree que una batería admite unos 3.000 ciclos de carga con una eficiencia elevada, lo que supone aproximadamente unos ocho años. En su desgaste intervienen muchos factores como el tipo de recargas que realicemos, si son lentas o ultrarrápidas, la temperatura ambiental o llegar al límite de su carga, tanto al llenarlas al máximo como apurarlas por debajo del 20%.

¿Qué cubre la garantía de una batería?

Las marcas garantizan que la batería mantendrá al menos un 70% de su capacidad total después de ocho años, lo que se considera un desgaste normal y esa pérdida del 30% no la cubre la garantía. Si la batería pierde eficiencia y queda por debajo de ese umbral puede deberse a un desgaste anómalo por algún motivo técnico y aquí es donde entra la cobertura de la garantía y cada fabricante estudiará la posibilidad de reparar o sustituir por completo dicha batería. Es algo similar a lo que nos ocurre con los smartphones, al cabo de unos años cada recarga nos dura menos tiempo y es porque la batería va perdiendo eficiencia.

Reparación de la batería, depende del modelo

La mayoría de los fabricantes cuenta con baterías modulares compuestas por muchos elementos que se pueden sustituir de manera independiente. En caso de avería no habría que cambiar al batería entera, solo las celdas o módulos afectados, algo que se puede comprobar de manera sencilla gracias al software integrado en el propio vehículo.

En cualquier caso, es una reparación que exige herramientas y mano de obra especializada y los precios varían mucho entre fabricantes e incluso entre modelos de una misma marca. Así, por ejemplo, cada módulo de un Renault ZOE tiene un precio de 2.665 euros, en un BMW i3 cuesta 1.200 euros y en un Volkswagen ID.3 unos 1.400 euros. A estos precios habría que añadir la mano de obra y los impuestos.

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