- Transporte
Híbridos enchufables, eléctricos a tiempo parcial
05 de julio 2021
3 min de lectura
Para muchos usuarios el vehículo 100% eléctrico todavía no es una alternativa posible por razones personales o estructurales, pero ven en los híbridos enchufables una solución sostenible para los recorridos diarios.
Un híbrido enchufable consta de un motor de combustión, normalmente gasolina aunque también los hay diesel, uno o dos motores eléctricos y una batería con una capacidad muy superior a la de un híbrido normal, pero más pequeña que la de un eléctrico 100%. Esta batería puede recargarse conectándola a la red eléctrica y le permite circular sin utilizar el motor térmico al menos 40 kilómetros, distancia mínima para conseguir la deseada etiqueta CERO de la DGT, aunque algunos modelos ya llegan a los 90 kilómetros.
Cuando se acaba la capacidad de la batería podemos seguir circulando en modo híbrido, es decir, se pondrá en marcha el motor de combustión, pero el sistema de regeneración de energía aprovechará cada frenada y cada momento favorable para recargar de nuevo la batería. Esto permite desconectar el motor térmico para que el eléctrico mueva nuestro híbrido enchufable, aunque sea en periodos cortos, pero suficientes para reducir considerablemente el consumo de combustible.
Los híbridos enchufables pueden circular en modo eléctrico a 120 km/h sin ningún problema y con unas autonomías en estas condiciones que actualmente rondan los 50 kilómetros de media, podemos realizar los recorridos diarios sin necesidad de utilizar el motor de combustión. Cada noche podemos dejar nuestro híbrido enchufable conectado a la red eléctrica para que esté listo para el día siguiente, con un coste por kilómetro realmente reducido. Sus baterías son más pequeñas que las de un eléctrico y usan los mismos sistemas de recarga que los vehículos 100% eléctricos..
En todos los híbridos enchufables podemos gestionar cuándo y cómo queremos movernos. El sistema permite elegir entre circular en modo 100% eléctrico, híbrido combinando los dos motores o reservar la carga de la batería. Este último caso es el indicado si, por ejemplo, vivimos fuera de la ciudad y queremos mantener la autonomía eléctrica para cuando llegamos al casco urbano con una zona de bajas emisiones. El trayecto por carretera lo realizamos en modo híbrido y conectamos la movilidad eléctrica 100% al llegar a la ciudad.
En la mayoría de los híbridos enchufables, recargando sus baterías en casa por la noche, el coste de los 50 kilómetros en modo eléctrico es de poco más de un euro. Es como tener dos coches en uno, el eléctrico para los trayectos urbanos y en zonas de bajas emisiones y el híbrido para los largos desplazamientos. Y todo ello con la ventaja de la etiqueta CERO en muchas ciudades tanto para acceder a zonas de tráfico restringido, como descuentos en aparcamiento, peajes y en el impuesto municipal de circulación.
DOS MOTORES Y DOS "DEPÓSITOS"
Todos los híbridos enchufables cuentan con dos indicadores de carga: el de la batería y el del depósito de combustible. Además, la mayoría de ellos nos indican la autonomía eléctrica con que contamos, la autonomía ofrecida por el motor de combustión y la total, combinando los dos sistemas, con lo que se supera la de cualquier vehículo tradicional.
El enchufe suele contar con una tapa muy similar a la del combustible, normalmente situada en el lado contrario a la boca de llenado, aunque otros modelos llevan la entrada de la conexión eléctrica en alguna de las aletas delanteras. Podemos recargarlos igual que el resto de vehículos enchufables en un enchufe doméstico tradicional de manera esporádica, con un punto de recarga o en cualquier cargador..