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¿Qué significa la inscripción DC y AC de los cargadores?

25 de agosto 2022

3 min de lectura

La electricidad con la que cargamos nuestros coches eléctricos puede ser de dos tipos, pero solo una sirve para poder ser almacenada en sus baterías y es la que determina la velocidad de las recargas.
¿Qué significa la inscripción DC y AC de los cargadores?

Ya sabemos que hay cargadores de distintas velocidades, desde la más lenta de un enchufe doméstico (Schuko), hasta las ultrarrápidas de los puntos de recarga más potentes. Pero la diferencia básica entre los cargadores lentos y los más rápidos está en el tipo de electricidad que llega a cada uno de esos conectores, que puede ser corriente alterna (AC) o corriente continua (DC) y la forma en que la procesa nuestro coche.

DIFERENCIA ENTRE CORRIENTE ALTERNA Y CONTINUA

La corriente alterna es la que viaja a través de los cables y de toda la red eléctrica y la continua es la que se almacena en las baterías de nuestro coche o de cualquier dispositivo electrónico. El cargador de nuestro smartphone lo que hace es convertir la corriente alterna que llega a través de la red eléctrica en corriente continua para poder almacenarla en la batería. Con los coches eléctricos ocurre exactamente lo mismo.

Si conectamos nuestro coche a un conector con la inscripción DC (el más grande, con un asa, el tipo denominado CCS o el CHAdeMO), estaremos suministrándole electricidad ya 'convertida' de corriente alterna en continua, lo que permite una recarga mucho más potente y, por lo tanto, mucho más rápida, ya que la mayoría de los eléctricos más recientes ya admiten recargas de más de 100 kW de potencia y algunos de 300 kW. Esto quiere decir que si nuestro coche tiene una batería de 50 kWh y nos conectamos a un cargador DC de 50kW con un 10% de batería, en poco más de 45 minutos habremos cargado por completo nuestro coche.

DIFERENCIA ENTRE CORRIENTE ALTERNA Y CONTINUA

Si lo enchufamos a un conector con la inscripción AC estaremos poniendo corriente alterna que el propio sistema de nuestro coche debe convertir a corriente continua (DC) para poder almacenarla en las baterías. Para ello necesita un elemento que llevan todos los coches eléctricos (hay algunas excepciones que explicaremos más adelante) que se llama cargador de a bordo o cargador embarcado y que se encarga de convertir la corriente alterna de la red en continua para las baterías. Este cargador de a bordo es perfecto para las cargas más lentas, por ejemplo en nuestro propio punto de recarga instalado en casa cuando lo dejamos toda la noche. El problema es que en la mayoría de los coches este convertidor o cargador de a bordo tiene una potencia máxima de entre 7 y 11 kW.

Hay algunos modelos en el mercado, como el Renault Twingo o el Smart Fortwo EQ, que no admite cargas en corriente continua (DC) y, por lo tanto, no se puede conectar a los postes rápidos. Por el contrario, en corriente alterna (AC) su cargador de a bordo admite hasta 22 kW, el doble que la mayoría de los eléctricos actuales.

 si enchufamos nuestro coche a un conector con la inscripción AC la carga va a ser lenta

¿EN QUÉ CONECTOR LO ENCHUFO?

La limitada potencia de conversión de AC en DC de los cargadores embarcados de la mayoría de los eléctricos significa que si enchufamos nuestro coche a un conector de este tipo en un poste público de recarga (con la inscripción AC) la carga va a ser lenta, porque aunque la potencia suministrada por el punto de recarga sea mayor, el propio coche no va a poder procesar una potencia superior a la que está preparada (normalmente, 11 kW o 7,4 kW).

Un ejemplo práctico. Si nuestro coche tiene una batería de 50 kWh y nos conectamos a un cargador DC de 50kW con solo un 10% de batería, en poco más de 45 minutos habremos cargado por completo nuestro coche. En el mismo supuesto anterior, si nuestro coche admite como mucho 11 kW y lo conectamos al cargador AC, necesitaremos cuatro horas para recargarlas por completo.

Hemos querido hacer esta importante aclaración porque hemos encontrado usuarios de vehículos eléctricos que normalmente solo recargan en casa para trayectos diarios, y cuando realizan un viaje no saben qué tipo de carga deben realizar o la potencia que admite su coche, tanto en corriente alterna como continua, con lo que si enchufan su coche en un cargador con la inscripción AC se sorprenderán de que cargue lento, pero en realidad la clave está en su propio coche y en la capacidad que tiene para convertir la corriente alterna (AC) en continua (DC) para las baterías.

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