Tienes un pollo en el horno, una crema de verduras calentándose en el microondas y justo cuando pones la lavadora, ¡zas!, se va la luz. "Han saltado los plomos", como se dice coloquialmente. En lenguaje técnico se produce lo que se denomina un salto del interruptor de control de potencia (ICP), es decir, ese dispositivo instalado en la vivienda que corta el suministro cuando la potencia eléctrica que demandas sobrepasa la que tienes contratada. De este modo, evita que se produzcan daños en la instalación eléctrica.

El ICP es un dispositivo que hasta hace poco tiempo se instalaba en todas las viviendas y su función era simplemente la de limitar nuestra demanda a la potencia máxima que tuviéramos contratada. Si la sobrepasábamos, este dispositivo desconectaba la instalación de la red.

¿Por qué hasta hace poco tiempo? Los nuevos contadores inteligentes reproducen electrónicamente el funcionamiento del ICP. Con la ventaja de que ahora podemos contratar la potencia exacta que necesitemos y no ceñirnos a los calibres de los ICP físicos antiguos. Antes (y todavía en algunos casos), estos interruptores de control de potencia se encontraban en el cuadro general de mandos.

El ICP es un dispositivo obligatorio, cuya ausencia puede dar lugar a sanciones. Es relativamente frecuente que viviendas antiguas no dispongan de él, lo que no exime de su instalación. También es posible que en algunas comunidades tengan un maxímetro que da servicio al ascensor, de modo que impide que este se detenga. Aunque no se interrumpirá el suministro, "se te aplicará un recargo", como advierte en su blog la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE TENER ICP

1. Protección de la vivienda de posibles calentamientos, cortocircuitos o incendios.
2. Conservación de la instalación eléctrica.
3. Cumplir con la instalación obligatoria dictada por ley, Real Decreto 1454/2005.

¿QUÉ HAGO SI SALTA CONSTANTEMENTE EL ICP (LA LUZ)?

El corte de suministro eléctrico no es inmediato, ni se produce en cuanto se consume un 0,01 kW de más. Se contemplan unos márgenes, que siguen una curva regulada por la norma UNE 20.317 en función del tiempo y la corriente. De este modo, si la corriente es 1,1 veces la corriente nominal (contratada) no se corta en al menos una hora; si la corriente es 1,5 veces la corriente nominal, se corta antes de 15 minutos; y así en progresión. Así, por ejemplo, si tengo contratado 4,6kW de potencia puedo consumir durante una hora 5,06kW sin problema.

Cuando el ICP nos deja a oscuras, lo recomendable es apagar y desenchufar algunos de los aparatos que estaban encendidos, bajar todos los interruptores (o automáticos) del cuadro eléctrico de la vivienda o el local, esperar unos 30 segundos y "rearmarlo", lo que consiste simplemente en subir de nuevo los interruptores del cuadro general.

A veces ocurre que el ICP salta con mucha frecuencia. Eso se debe simplemente a que la potencia que tenemos contratada es menor de la que realmente necesitamos. En tal caso, nos quedaría pedir un aumento de la potencia o controlar la forma en la que usamos los electrodomésticos y otros dispositivos para evitar simultaneidades.