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Fibra de vidrio o lana de roca: ¿cuál es mejor?

26 de junio 2024

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Ambas se conocen como lanas minerales. Analizamos las diferencias entre lana mineral de roca y lana mineral de vidrio, qué es mejor para mejorar la eficiencia energética de nuestro hogar.

El aislamiento térmico en los edificios es crucial para mejorar la eficiencia energética y el confort interior. Por lo tanto, la elección de los materiales adecuados es relevante tanto para proyectos de obra nueva como para rehabilitaciones. En el mercado, existe una variedad importante de soluciones entre las que destacan las lanas minerales, que son una especie de mantas mullidas fabricadas a partir de recursos naturales.

Estos materiales se asemejan a la lana que vemos en las ovejas, pero en lugar de ser suave y cálida, son resistentes y protegen del calor, el frío y el ruido. Dentro de las lanas minerales, existen dos tipologías que, por sus características, son más utilizadas: la lana mineral de vidrio (a veces mal llamada fibra de vidrio) y la lana mineral de roca.

CARACTERÍSTICAS Y VENTAJAS

Ambos materiales tienen una estructura flexible, son incombustibles con clasificación A1 (la clasificación más alta, según la norma europea EN 13501-1 en una escala desde A1 hasta F) y absorben el sonido. Además de ser aislantes térmicos, su utilización permite sanear los muros de fábrica cuando presentan defectos y ayuda a corregir las fallas de planimetría o el desplome del muro soporte.


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Tienen propiedades térmicas desde los 0,032 hasta los 0,039 W/mK, ambos materiales son resistentes a la humedad, no hidrófilos y no sirven de soporte para la proliferación de hongos o bacterias, lo que hace que sean materiales durables y de propiedades inalterables a lo largo de la vida útil del edificio.

Su instalación es rápida y se realiza en seco, es decir, no requiere del secado de morteros o yesos.

¿POR DÓNDE ACOMETEMOS LA MEJORA?

Para evaluar las ventajas de cada material es importante recordar que la mejora en el aislamiento se puede llevar a cabo desde el exterior (SATE o Fachada Ventilada), por el interior (trasdosado) o rellenando la cámara de aire cuando tenemos suficiente espacio (insuflado). Al ser materiales muy parecidos, decantarnos por uno u otro dependerá de la zona por la que abordamos la mejora.

MEJORA DESDE EL EXTERIOR

Cuando la mejora es desde el exterior, ya sea SATE o Fachada Ventilada, la elección vendrá dada por el arquitecto que defina el proyecto. En estos casos, lo fundamental –más allá de la propia elección del material– es la utilización de la solución completa, ya que tanto el SATE como la Fachada Ventilada son soluciones compuestas por varios elementos y que se homologan como conjunto, no elemento a elemento.

MEJORA DESDE EL INTERIOR

Cuando la mejora es desde el interior, realizando un trasdosado, el espesor del aislamiento determinará la pérdida de espacio interior, por lo que la elección de uno u otro material y el espesor de la lana mineral que empleemos será en función del espacio interior que podamos perder, o la altura en caso de falsos techos. En estos casos, en general, el uso de la lana de roca suele aportar una ventaja en cuanto a absorción acústica. Por el contrario, el uso de la lana mineral de vidrio suele permitir el uso de un menor espesor para llegar a las mismas prestaciones térmicas.


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Si realizamos la mejora desde el interior, como en la cámara de aire, es versátil: se utiliza en paredes, techos, suelos y muros; los trabajos se consideran “obras menores” y no demandan un andamiaje en la vía pública.

Las intervenciones con estos materiales no requieren desalojar el edificio entero. Pueden efectuarse intervenciones parciales a nivel de una vivienda. El trasdosado, además, ayuda a resolver los puentes térmicos integrados en la fachada (pilares, contornos de huecos, etc.).

MEJORA EN LA CAMARA DE AIRE

Cuando la mejora es por insuflado, para una correcta instalación, la lana mineral de vidrio requiere una densidad media de instalación de 25 a 35 kg/m3, ofreciendo conductividades de 0,034 y hasta 0,033.

La lana mineral de roca requiere una densidad media de instalación 50 a 70 kg/m3, ofreciendo conductividades de hasta 0,037.

Por lo tanto, en el caso de aislamiento insuflado la lana mineral de vidrio presenta ventajas por ser de más fácil instalación ya que requiere densidades más bajas, y además ofrece prestaciones térmicas superiores.

La mejora en cámara, además, es más económica que el resto de alternativas, aunque no mejora los puentes térmicos y está limitada por la cámara de aire disponible.

 

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