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Eficiencia energética de la vivienda: ¿por dónde se escapa el calor?
31 de octubre 2023
3 min de lectura
La eficiencia energética en una vivienda puede ser comparada con un escudo que protege el hogar ante los embates del derroche energético. Cuento más acorazada o cubierta esté la casa, la climatización del inmueble (ya sea de calor, en invierno; o de frío, en verano) perdurará mucho más tiempo y se logrará optimizar la energía.
Cuanta menos energía sea necesaria para calentar o enfriar la vivienda, más eficiente será. Por consecuencia, el coste de las facturas en casa será menor, así como el impacto ambiental, contribuyendo a la preservación de nuestro planeta.
Un ejemplo para entender la eficiencia en envolvente sería el uso de los termos de bebidas. Cuando en una excursión llevamos una bebida caliente en uno de estos vasos, observamos cómo, pasadas varias horas desde su preparación, la bebida mantiene su temperatura. Si se preparó suficientemente caliente, y el número de horas transcurrido no es excesivo y el termo es bastante grueso, se puede disponer de la bebida a la temperatura adecuada sin tener que volver a calentarla. Y lo mismo ocurre si preferimos la bebida fría.
Pero si en lugar de usar un termo, se utiliza una botella normal, probablemente habría que calentar el agua nuevamente, lo que significa derrochar el doble de energía. En las viviendas pasa lo mismo: aquellas con una mejor envolvente, son las más eficientes.
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En España, sin embargo, la eficiencia de las viviendas es aún una asignatura pendiente. El 80% de los edificios en el país cuentan con calificaciones energéticas más bajas (E, F o G). Es decir, que son ineficientes, según los cálculos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). De los más de 4,5 millones de edificios en el territorio nacional, solo unos 13.000 (0,29%) cuentan con la máxima calificación: A.
El máximo nivel de eficiencia en una vivienda serían las passive houses o casas pasivas que cuentan con las siguientes características:
- Aislamiento adecuado: un escudo que mantiene el calor adentro y el frío afuera.
- Prevención de fugas de aire: sellado eficaz para evitar pérdidas energéticas.
- Ausencia de puentes térmicos: continuidad en la protección contra cambios de temperatura.
- Ventanas de altas prestaciones: barreras eficientes ante el clima exterior.
- Ventilación mecánica controlada: gestión precisa del aire interior para la calidad del ambiente.
¿POR DÓNDE SE ESCAPA EL CALOR EN CASA?
Las viviendas pierden energía a través de distintas formas. Puede ser por una fachada con mal envolvente, por una ventana antigua que permite la entrada de aire, un suelo, techo o cubierta poco protegidos para mantener el calor, así como por la ventilación y las infiltraciones de aire.
¿CÓMO AISLAR TÉRMICAMENTE TU VIVIENDA?
Fachada
Esta es una de las zonas por donde la vivienda pierde mucha energía. Las pérdidas serán más importantes cuanto mayor sea la exposición de la vivienda, es decir, una vivienda con tres fachadas al exterior tendrá una mayor pérdida que una con dos exteriores.
En pisos de altura intermedia (ni bajo o primero con soportales ni tampoco última planta) al no tener apenas pérdida por suelo y techo, las pérdidas por fachada porcentualmente serán mayores.
Las fachadas, según el IDAE, es uno de los sitios de la construcción con mayor repercusión en el funcionamiento general de la envolvente, su incidencia de porcentaje de incidencia global puede ser entre un 70% y un 80% del total.
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Ventanas
Las pérdidas serán más importantes cuanto mayor sea la proporción de superficie acristalada frente a la superficie de fachada, y variarán notablemente también según orientación, si tiene o no persianas y si los cajones de persiana están aislados, así como el tipo de acristalamiento y marco.
Además, las residencias que disponen de ventanas equipadas con una sola lámina de cristal experimentan restricciones significativas en cuanto a su capacidad de mantener la temperatura adecuada, de acuerdo con el IDAE.
En esta situación, la sustitución del cristal monolítico por un vidrio doble aislante conlleva considerables beneficios en términos de eficiencia energética para el hogar, tanto en las estaciones cálidas como en las frías.
Por ejemplo, tan sólo la sustitución de una ventana de vidrio con marco metálico por otra con un vidrio doble de 16mm de espesor, con una cámara de aire entre los dos paneles de vidrio y un marco metálico mejorado con Rotura de Puente Térmico (RPT), se consigue que las pérdidas de energía se reduzcan en el hogar un 63%, explica el IDAE.
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Techo/Cubierta
Es una de las zonas fundamentales por donde perdemos energía, ya que el calor tiende a subir y si el aislamiento en la zona superior es deficiente, el calor escapa con facilidad.
Es muy relevante en todas las viviendas de tipo unifamiliar, así como en los pisos de última planta o áticos. En pisos que no sean última planta las pérdidas por la parte superior tienden a ser irrelevantes.
Las intervenciones en las cubiertas son generalmente más efectivas que aquellas realizadas en la fachada, debido a su accesibilidad y a la frecuencia con la que se realizan reparaciones en ellas durante el mantenimiento de edificios. Las técnicas para agregar aislamiento a las cubiertas están relacionadas con reparar el sistema de impermeabilización.
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Suelo
El suelo, como el último capítulo de la envolvente de una vivienda, suele ser la parte con menos pérdidas, aunque en casos excepcionales, como viviendas sobre soportales o garajes fríos, puede ser un punto débil que afecte al confort.
Ventilación
La ventilación, como la guinda en el pastel de la eficiencia energética, se convierte en un elemento clave. Una vez logradas las mejoras en la hermeticidad y reducción de pérdidas, es vital asegurar una ventilación que mantenga la calidad del aire interior (mediante ventilación mecánica controlada) sin desperdiciar energía, permitiendo la recuperación de calor.
VENTAJAS DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA
Las hemos ido desgranando en el texto, pero para resumirlas y destacarlas:
- Al mejorar el aislamiento de tu vivienda, optimizarás los recursos destinados a la climatización (frío o calor), lo que redundará inmediatamente en un ahorro en tu factura energética.
- Impacto medioambiental: esa optimización de los recursos, implica también un descenso en las emisiones de CO2.
- La temperatura en el interior de la vivienda será más uniforme todo el día y a lo largo del año por lo que lograrás un mayor confort y calidad de vida.
- Un correcto aislamiento, añadirá valor a la vivienda.