La tecnología, a veces, se une con el diseño para crear productos perfectos. Las tejas solares (también llamadas tejas fotovoltaicas) constituyen una forma perfecta de integrar la tecnología solar en los edificios sin alterar su diseño natural. A diferencia de los paneles solares tradicionales, que se montan sobre las tejas, generando estructuras de estética discutible, las tejas solares sustituyen a las tejas en su totalidad y son capaces de aunar la función cobertura y aislante de la teja con el poder energético de las células fotovoltaica. Y es que, aunque las tejas solares tengan un aspecto diferente a los paneles solares, en la práctica, funcionan exactamente igual.

Las tejas solares son básicamente células solares que convierten la radiación del sol en electricidad utilizable, pero además, funcionan como material de cubierta. El principio básico de su funcionamiento es el mismo que el de los paneles solares convencionales. En otras palabras, las células fotovoltaicas absorben la luz solar para producir un flujo de electrones libres, lo que da lugar a la generación de una corriente eléctrica que puede alimentar los equipos eléctricos.

La diferencia entre las tejas solares y los paneles es principalmente su construcción. Estas últimas suelen tener forma de tejas o baldosas que se colocan a la perfección para proporcionar un soporte estructural al tejado de la casa y a otros tipos de edificios. La mayoría imitan la forma de teja romana o árabe clásicas, consiguiendo un conjunto armónico a nivel visual y energético.

La principal ventaja de instalar tejas solares es su lograda estética, que las convierte en un elegante elemento constructivo más. Como la tecnología solar está integrada en la propia teja, las tejas solares tienen la capacidad de generar energía renovable de manera imperceptible. Además, destaca su durabilidad, ya que las tejas solares están fabricadas para ser más duraderas que las tejas estándar. Para muestra un botón: las populares tejas solares que fabrica Tesla presumen de ser hasta más de tres veces más resistentes que las tejas cerámicas convencionales. Y si las comparamos con una teja tradicional, las tejas solares también son más resistentes a la intemperie, lo que significa que, además de su utilidad energética, cumplen con su función constructiva como cubierta de aislamiento para un edificio ante la lluvia y la intemperie.

Estas características las convierten en el aliado perfecto para edificios históricos que no pueden permitirse la instalación de paneles solares debido a su impacto estético y estructural. Así, las tejas solares se antojan la gran alternativa para integrar paneles solares a tejados de edificios históricos de gran carga histórica y arquitectónica. No debemos olvidar que, además, las tejas solares son más ligeras que la instalación de paneles, poniendo en un compromiso menor a las estructuras más frágiles.

PUNTOS FUERTES Y PUNTOS FLACOS

Las tejas solares suelen estar hechas de seleniuro de cobre, indio y galio, lo que les permite ser así de flexibles y finas. Este semiconductor es un material ideal, ya que da lugar a una alta tasa de eficiencia de conversión, que ronda entre el 10% y el 12% de media. Algunas tejas, en cambio, utilizan silicio monocristalino, que también se utiliza para fabricar chips de ordenador. Aunque son más caras, merece la pena pagarlas, ya que tienen un índice de eficiencia más alto, de entre el 15% y el 20%.

Por otro lado, las tejas solares son más fáciles de mantener que los paneles, son resistentes a la intemperie y duraderas y suponen una opción muy rentable a la hora de construir un tejado nuevo.

Y, sin embargo, por ahora, las tejas solares no son tan eficientes como los paneles. La razón es puramente física: mientras que los paneles solares pueden ajustarse según sea necesario para conseguir el mejor ángulo para captar los rayos del sol, las tejas permanecen en el mismo lugar en el que se instalaron por primera vez. También les compromete una disponibilidad limitada, ya que al ser un producto todavía muy en desarrollo, hay menos opciones para elegir.

La buena noticia es que la industria solar sigue creciendo y cada vez hay más opciones y fabricantes.