- Sostenibilidad
Qué es una Smart City y cuáles son sus beneficios
17 de marzo 2023
3 min de lectura
El concepto de ciudad tal como lo hemos conocido hasta ahora ha quedado obsoleto: se impone una nueva realidad para hacer frente al cambio climático. De ahí que cada vez oigamos hablar con más insistencia de smart cities, lugares "donde las redes y los servicios tradicionales se vuelven más eficientes con el uso de soluciones digitales en beneficio de sus habitantes y empresas", como las define la Comisión Europea.
Actualmente, el planeta tiene 8.000 millones de habitantes, tres veces más que a mediados del siglo XX. Según Naciones Unidas, la cifra puede seguir aumentando y llegar a los 9.700 millones en 2050 y a los 10.400 para 2080. Una mayor esperanza de vida y el descenso de mortalidad infantil son las principales razones de ese crecimiento. A su vez, y debido a los movimientos migratorios, la gente tiende a instalarse en núcleos urbanos antes que en el medio rural.
En 1950, el 67% de la población de nuestro país residía en ciudades; en 2018 la tasa llegó al 87,5%, señala el Banco de España. El resto del mundo asiste a similar proceso: hasta 2009 vivían más personas en el campo que en la ciudad, pero "el nivel de urbanización será de casi un 70% en 2050", alerta la ONU.
Mucha gente en poco espacio: menos del 2% de la superficie terrestre está ocupada por ciudades, que producen más del 70% de las emisiones de carbono. Se impone, por tanto, crear un escenario de descarbonización y electrificación de la economía, dentro del cual se hace imprescindible generalizar el modelo de ciudades sostenibles a través de la ciencia o smart cities.
PROYECTOS INTEGRALES Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
La idea de "ciudades inteligentes" tiene muchas dimensiones, abarca mutiplicidad de temas y atañe a diferentes actores, de gobiernos y empresas a ciudadanos. Implica, entre otras cosas, mejorar la gestión energética, los servicios públicos, la seguridad, el transporte, la utilización de recursos naturales y la protección ambiental para el desarrollo sostenible. En todo ello, las nuevas tecnologías desempeñan un papel fundamental. Como señaló el Foro Económico Mundial en 2020, "el análisis de Big Data, la Inteligencia Artificial (IA) y otros sistemas son una parte importante de una ciudad inteligente".
Actores y desafíos se entrecruzan, de modo que todo es responsabilidad de todos. Así, las personas pueden hacer más eficientes sus viviendas con soluciones smart y los constructores dotar de tecnologías punteras a los nuevos edificios para que contaminen menos y no derrochen energía. Los conductores deben confiar en la movilidad eléctrica y autoridades y distribuidores ofrecer infraestructuras suficientes para que la transición pueda realizarse con éxito.
En este sentido, en 2020 la Comisión Europea publicó la declaración Join, boost, sustain ("Unir, potenciar, sostener") para sentar las bases del camino hacia la conversión digital de las ciudades europeas. En noviembre 2021 lanzó una iniciativa para que el continente cuente en 2030 con 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras.
Para ello, Iberdrola se presenta como socio integral en soluciones de descarbonización, cubriendo todos y cada uno de los aspectos del proceso. Así, acompaña en el cambio de particulares y empresas hacia la energía renovable, la electrificación del calor, el hidrógeno verde y la energía fotovoltaica, a la vez que brinda puntos de recarga para vehículos eléctricos, todo ello gestionando subvenciones, legalizaciones, financiación, operación y mantenimiento.
REDUCCIÓN Y ELECTRIFICACIÓN DE DEMANDA
La gestión de recursos energéticos resulta clave en todo modelo de smart city. Es necesario que las necesidades de la sociedad se cubran de un modo más racional y, por consiguiente, sostenible. Esto pasa por dos estrategias: tomar medidas para reducir la demanda, evitando así derroches y consumos ineficientes, y limitar en lo posible la generación energética a fuentes verdes con reducido impacto medioambiental, entre las que la energía eléctrica ocupa lugar preeminente.
Según la Comisión Europea, aproximadamente el 75% del parque inmobiliario de la UE es energéticamente ineficiente. Eso significa que una gran parte de la energía utilizada se desperdicia (se estima que entre un 40% y un 50% se pierde a través de tejados y muros). En cambio, con las medidas adecuadas -aislamiento eficiente, colectores solares fotovoltaicos y térmicos, etc.- un edificio smart podría optimizar su demanda de energía, reduciéndola en un 30% y las emisiones de CO2 en un 35%, dictaminó en 2021 Jonathan Hajek, de la Universidad de Stuttgart (Alemania).
Al mismo tiempo, conviene avanzar en la electrificación de la demanda para solucionar el problema de dependencia energética de nuestro país. Según la Fundación Renovables, actualmente solo el 25% de la energía que se consume en España es eléctrica. Dado que "muchos sectores transversales a toda la población son susceptibles de electrificarse", añade esta organización, el aumento de la electrificación tendría "gran impacto en nuestro sistema energético y, por tanto, en las emisiones de gases de efecto invernadero".
EFICIENCIA EN CASA
A fin de participar en la eficiencia energética de los hogares, Iberdrola ofrece a través de Smart Home medidas de ahorro y sostenibilidad que incluyen auditoría y diagnóstico energético con monitorización y seguimiento; cálculo de la huella de carbono, para así lograr reducir el impacto ambiental; y la aportación del certificado energético de cara a implementar las mejoras. Así, el cliente puede saber con exactitud su ahorro anual de energía, desglosado al detalle -recibiendo recomendaciones en función de su consumo-, y su grado de eficiencia.
También aplicable al entorno del hogar, Smart Clima representa un conjunto de soluciones de calefacción y refrigeración mediante distintos sistemas, entre los cuales la aerotermia destaca especialmente.
La aerotermia es un método sostenible de climatización para viviendas que sustituye a las calderas tradicionales y que aprovecha la energía del aire exterior para producir calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año. Puede reducir las emisiones de CO2 en un 70% y es cuatro veces más eficiente que una caldera tradicional.
Smart Clima también ofrece redes de calor, rehabilitación y aislamiento, bomba de calor de expansión directa y, para no dejar cabos sueltos, el acceso a financiación y posibles subvenciones.
MOVILIDAD SOSTENIBLE EN UNA CIUDAD INTELIGENTE
Los propietarios de vehículos eléctricos pueden disponer de un punto de recarga privada, a medida -adaptando las exigencias legales-, de manera integral y a precios competitivos a través de Smart Mobility.
Iberdrola se encarga de todo: dimensionamiento, instalación, puesta en servicio, legalización y subvenciones. En lo que a recarga privada se refiere, Iberdrola es el operador con mayor número de usuarios activos (más de 60.000) y su app móvil es la mejor valorada en los marketplaces (4,3 puntos sobre 5).
También ofrece servicio completo de mantenimiento a través de Connect&Support: dependiendo del nivel elegido, proporciona atención telefónica (un 87% de las incidencias pueden resolverse en remoto) y, cuando su presencia sea necesaria, el envío de un operario que acudirá in situ en un máximo de cuatro horas y del propio fabricante en un máximo de 72 horas. Mediante el portal web B2B es posible gestionar las recargas y autorizar accesos y la gestión Smart Changing posibilita el reparto de potencia en equipos comunicados con app y a la web B2B.
Este área también se ocupa de gestionar la recarga pública, combinando las recargas de oportunidad (las que se realizan en espacios públicos para atender las necesidades puntuales de recarga) y en destino.
Para autobuses urbanos, patinetes, motos, bicicletas o car sharing ofrece puntos de recarga en destino; para autobuses urbanos, recarga de oportunidad con planificación de rutas y el más completo asesoramiento. Los puntos de recarga públicos operadps por Iberdrola son accesibles al público en general vía app de Iberdrola; cuentan con planes de ayudas e incentivos y permiten la participación en ingresos para el socio.
CONECTARSE AL SOL
La apuesta de la Unión Europea por la energía fotovoltaica es clara y rotunda. La Comisión Europea ha propuesto introducir gradualmente, entre 2026 y 2029, la obligación legal de instalar energía solar en todos los edificios públicos y comerciales nuevos y existentes a partir de un determinado tamaño, así como en los nuevos edificios residenciales.
No se entiende el concepto de smart city sin esta energía de todos. Aquí también Iberdrola desempeña un rol protagonista a través de Smart Solar. Gracias a su experiencia -gestiona el 40% de clientes de autoconsumo en España-, ofrece un servicio integral que incluye desde el suministro de equipos, montaje, puesta en marcha y legalización de la instalación hasta la asistencia y mantenimiento, la gestión de subvenciones y financiación y un sistema de monitorización en tiempo real para conocer al instante el consumo y el estado de la instalación.
De ese modo, el cliente puede consumir su propia energía renovable, con las ventajas que ello implica en términos de reducción de emisiones de CO2 y el ahorro (hasta del 70%) en la factura.
TRANSPORTE E INDUSTRIA
Las soluciones de Iberdrola en el terreno de las smart cities engloban también servicios para empresas y transporte pesado, donde resulta primordial la descarbonización del hidrógeno.
Actualmente, el hidrógeno que se destina a la generación de energía se produce sobre todo con gas natural, lo que emite significativas cantidades de CO2 a la atmósfera. Pero si se obtiene a través de electrólisis, empleando electricidad renovable para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, se produce hidrógeno verde, el cual, como señala la UE desempeña "un papel clave en la descarbonización de sectores donde otras alternativas podrían ser inviables o más costosas" y puede utilizarse "para reemplazar el hidrógeno de origen fósil para el transporte y los procesos industriales y para iniciar nuevos productos industriales, como fertilizantes verdes y acero".
Iberdrola encabeza el desarrollo de hidrógeno verde en el mundo, con más de 60 proyectos en España y otros países, como Reino Unido, Portugal, Brasil, Estados Unidos, Italia... Como ejemplo, la primera hidrogenera pública de España, utilizada por los autobuses metropolitanos de Barcelona.
En cuanto a los medios de transporte, cabe resaltar el aporte de Iberdrola en relación con las instalaciones OPS (On Shore Power Supply), que surten de electricidad a los barcos mientras permanecen atracados en puerto y necesitan mantener activos los motores auxiliares que habilitan sistemas internos de refrigeración, calefacción, seguridad...
En todos los casos anteriormente descritos, Iberdrola ofrece planes de descarbonización a medida, acompañando a los clientes en todo el proceso: análisis, plan preliminar, plan definitivo, ejecución⊠Sin dejar de ocuparse de las posibles subvenciones, la financiación y el más riguroso mantenimiento para asegurar la continuidad en el tiempo de estas soluciones vinculadas a las smart cities que nos aseguran un futuro mejor.
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