Asomarse al cuadro eléctrico de una vivienda (ese panel situado a la entrada de los hogares que ejerce de centro de control de la corriente de toda la casa) puede resultar, para quien no tenga nociones de electricidad, algo frustrante. Lo que esconde la portezuela de dicho cuadro es un conjunto de interruptores, muchos de ellos iguales, en general muy parecidos, cuya función conviene conocer a fin de prevenir y solucionar problemas relacionados con la corriente eléctrica y evitar situaciones que pongan en riesgo nuestra seguridad; pues la protección tanto de equipos como de personas es, al fin y al cabo, el cometido del cuadro.

Parte de ese grupo de interruptores son los PIA, o pequeños interruptores automáticos magnetotérmicos. Se distinguen del resto porque son varios (como mínimo, cinco), en este caso todos idénticos y están ubicados a la derecha de otros interruptores como el ICP (Interruptor de Control de Potencia), el IGA (Interruptor General Automático) y el ID (Interruptor Diferencial). A diferencia de estos tres, que controlan la corriente general de la vivienda, los PIA gobiernan cada uno de los circuitos eléctricos de que esta dispone: la iluminación, la cocina, la lavadora, el lavavajillas, el baño… Controlan por separado el flujo de electricidad a los diversos electrodomésticos y circuitos de la vivienda. Por tanto, el cuadro eléctrico consta de tantos PIA como circuitos internos presente la instalación.
Como define el Reglamento Electrónico para Baja Tensión e ITC, el PIA es aquel “interruptor capaz de establecer, mantener e interrumpir las intensidades de corriente de servicio, o de establecer e interrumpir automáticamente, en condiciones predeterminadas, intensidades de corriente anormalmente elevadas, tales como las corrientes de cortocircuito”.
Esto significa que cuando el sistema detecta un fallo de corriente en algún dispositivo (una sobrecarga o un cortocircuito producido, por ejemplo, por un cable pelado en la conexión de la lavadora), el PIA correspondiente avisa del mismo; salta, cortando la corriente que llega al aparato, aislando el problema y evitando que afecte a otros electrodomésticos e instalaciones.

TIPOS DE PIA

Los PIA están divididos en base a los amperios (unidades de intensidad de corriente eléctrica) necesarios para regular cada circuito. Así, de acuerdo al mismo reglamento, pueden ir desde los 10 A (iluminación y automatización), 16 A (tomas de uso general, baño, cuarto de cocina y secadora) y 20 A (lavadora, lavavajillas y termo eléctrico), hasta los 25 A.

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PARA QUÉ SIRVEN LOS PIA DEL CUADRO ELÉCTRICO

Estos pequeños interruptores son muy útiles por varias razones. Por ejemplo, si surge un problema de sobrecarga o cortocircuito en un electrodoméstico; el PIA que se encarga de controlar la distribución de corriente a ese punto lo detecta y salta, y a su vez hace que se dispare el diferencial, lo que deja sin corriente (momentáneamente) toda la casa.

Si no existieran los PIA resultaría francamente difícil averiguar cuál es el aparato afectado. Gracias a que los tenemos a mano en el cuadro eléctrico, al que es fácil acceder, podemos, bajando las palancas de todos los interruptores, subiendo después el diferencial y procediendo a levantar uno a uno los PIA, saber dónde está el desperfecto: al subir su interruptor, el diferencial saltará de nuevo. De modo que, una vez localizado, y hasta que lo arreglemos, dejaremos ese PIA bajado, pero podremos disponer de corriente en el resto de la vivienda.

Los PIA son también muy prácticos en otro tipo de situaciones, en los que no hay ningún contratiempo en las conexiones. Así, cuando vamos a llevar a cabo alguna pequeña reforma en casa (aunque sea algo tan simple como conectar los cables de una lámpara de techo), por nuestra seguridad será preciso bajar el interruptor de la iluminación de esa parte de la casa sin necesidad de cortar la corriente en toda la vivienda. De este modo, mientras manipulamos las conexiones de la lámpara, otros circuitos, como los de los electrodomésticos o el aire acondicionado, podrán seguir funcionando.