- Transporte
Adaptador de recarga para coches eléctricos
03 de octubre 2024
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Cuando empezaron a comercializarse los primeros vehículos eléctricos asequibles, ocurrió como con la mayoría de los avances tecnológicos actuales, no hubo un acuerdo sobre cómo deberían ser los conectores con los que se iban a enchufar esos coches para recargarlos de forma rápida. Japón y otros países asiáticos como Corea del Sur optaron por su propio estándar de conexión, el CHAdeMO, mientras que en Europa y EE UU se eligió el conector CCS Combo.
Muchos cargadores de Iberdrola de uso público cuentan con estos dos sistemas, pero la implantación masiva en todo el mundo del CCS Combo está provocando que, en los nuevos cargadores, sobre todo los de más alta potencia, empiece a desaparecer el CHAdeMO.
Los primeros vehículos eléctricos que se vendieron en España fueron los Nissan Leaf de primera generación, Nissan eNV200, Kia Soul electric y el Mitsubishi i-MIEV junto con todos los derivados de este último, el Citroën C-Zero y el Peugeot iOn. Todos ellos montaban el conector CHAdeMo que ahora está desapareciendo, lo que deja en desventaja todos estos vehículos en el mercado de ocasión. Además, estos primeros coches eléctricos montaban baterías más pequeñas que los actuales, por lo que necesitan recargas más habituales, un problema añadido si no se encuentran cargadores compatibles.
ADAPTADOR CCS Y CHADEMO
Al igual que sucede con cualquier aparato electrónico casero, en este caso, el problema se soluciona con un adaptador, algo más voluminoso y sofisticado que el de un smartphone, pero no deja de ser un adaptador. Ahora que el parque de vehículos eléctricos de ocasión va en aumento es una buena noticia porque estos pioneros de la movilidad eléctrica se pueden seguir recargando en los conectores actuales de la red pública sin ningún problema. El conector se enchufa, por un lado, al CCS Combo de la manguera del cargador; y, por el otro, al CHAdeMO del coche.
Además, es una ventaja añadida para estos coches ya que con el adaptador pueden elegir entre cualquiera de las dos tomas, en el caso de que alguna de ellas estuviera ocupada. El adaptador se puede conectar a un ordenador para comprobar sus parámetros y descargar la información de cada sesión.
Cuenta con una pequeña batería en su interior para hacer funcionar su electrónica, imprescindible para realizar su trabajo de conversión, y un cable USB que le permite recibir futuras actualizaciones de software y recargar esa pequeña batería.
Los precios van desde los 350 hasta los 900 euros aproximadamente. Un precio que puede parecer elevado, pero hay que pensar que nos permite dar una nueva y más flexible vida a un eléctrico de primera generación que, de otra forma, podría quedar en desuso sólo por no tener cargadores donde conectarlo.
Es importante adquirir este adaptador a través de un distribuidor de confianza que garantice la calidad y la seguridad y las normativas y regulaciones europeas y españolas, ya que de otra forma puede resulta peligroso emplear un adaptador de baja calidad o que no haya superado las medidas de seguridad y protección necesarias. Un ejemplo podría ser los de la marca finlandesa Auton Laurit, por ejemplo, certificados.